Vuelvo a Sevilla ,de la que nunca creo que me fui del todo , desde la Cádiz que habito. Si alguien dijese que el título de la entrada es imitación del título de la canción de Miguel Ríos cambiando Sevilla por Granada, diría verdad absoluta. Hay cosas que pueden imitarse y otras que no deben ser imitadas. Las buenas , tal es el caso , sí. Nada malo hay en ello si se dice y la cosa merece la pena. Tanto Sevilla como Granada son ciudades a las que siempre debiésemos volver pues merecen , más que la pena , la gloria.
Volveré mañana , Dios mediante , saliendo de la ciudad de la salada claridad a las nueve y teniendo en el recuerdo a la ciudad del agua oculta que llora y a mi admirado paisano don Antonio Machado. Iré para traerme a Wilhelmus Albanus , Guillermo Alvah , y algunos de sus instrumentos musicales que necesarios le son para su concierto en El Puerto de Santa María cuyas aguas son saladas y sus tierras bodegueras.
Iré autopista adelante y tras recoger al músico , mi hijo , en los alrededores de la Alameda de Hércules y los bártulos correspondientes en el lugar en el que los Predicadores y él ensayan , volveremos a Cádiz. Viaje corto que he hecho muchísimas veces en cuanto que mis vínculos con Híspalis no se aflojaron tras mi vinvulación definitiva , creo , con Gades. Todo muy sevillanogaditano haciendo juego con el nombre del blog que hace poco cumplió un lustro. Si el lustro ha sido lustroso lo dejo a la libre opinión de los lectores. Lustroso o no , sí es una especie de aparador- expositor de opiniones y creencias salidas del sentimiento gusten o no las cosas que el escribidor , yo , escribo y digo en él. Vuelvo a Sevilla y pienso volver a Granada cuando las circunstancias sean propicias como lo fueron cuando el hombre apareció en la Tierra por primera vez.
1 comentario:
No, Guillermo, lustroso no, sino lustrosísimo. No sabes bien hasta qué punto me identifico contigo. Coincidimos profundamente en el amor a nuestras queridas Sevilla y Cádiz, donde tengo repartidos los años de mi vida, intensamente.
Cuando entro por el Puente Carranza para ir de nuevo a mi segunda Patria Chica, me salen unos emocionados lagrímones y gozo de la bendita tierra, cuna de la Libertad. Ahora, por circunstancias familiares, no puedo ir con la frecuencia de antes, pero es cosa de tiempo, pronto tiraremos "pá Cai".
Bienvenido seas a tu Sevilla, en el barrio de la Macarena, en el cual nací.
Un abrazo.
Publicar un comentario