Allí donde la provincia limita con tierras y sierras malagueñas , con las serranías de Ronda y no lejos de los límites con la provincia de Sevilla , hemos estado unos días . Otros más que siempre sabrán a poco aunque , en mi caso personal , pisara aquellos campos montañeses , por primera vez , hace ya un tiempo considerable: unos cuarenta y cinco o cuarenta y seis años . Considerable para la vida de una persona , claro. Toda consideración es relativa aunque haya unas cosas más dignas de consideración que otras y me ahorro detalles. Digo hemos porque hemos estado mi mujer , Carmen-carminis, mis hijos y yo , el escribidor , como en los viejos tiempos utilizando expresión muy tópica y muy al uso pero es la que ha salido y así lo dejo. Los primeros recuerdos de Guillemo y de Carmen filia , por orden de fechas de nacimientos , mezclan las aguas atlánticas del mar de Cádiz con las quebradas y las montañas de los confines de la provincia. Muy atractiva por cierto , aunque siga sin visitar las ruínas de Lacílbula tan cercanas a Grazalema en donde hemos vuelto a estar más a gusto que un arbusto ( sería más exacto escribir que unos arbustos ) en expresión de un amigo , extremeño , de mi hija. Viajecito íntimo y familiar en el que ha habido tiempo para hablar y pensar , algo que nunca está de más , en asuntos de relativa importancia ( ya que buen número de cosas tienen una importancia relativa ) pero de interés familiar primordial. Aparte de los asuntos tratados , hemos vuelto a pasar unos buenos días. Tan buenos como otros muchos que pasábamos cuando nuestros hijos eran niños y ya son un hombre y una mujer hechos y , gracias al GRAN HACEDOR y al ejemplo que mi mujer y yo hemos podido darles , derechos , responsables , sensibles y no digo más porque soy su padre. Acabamos de volver de Grazalema , pueblo precioso y siempre añorado aunque siga sin visitar las ruínas de la Lacílbula romana , lugar de origen , según se cree , de la propia Grazalema.
A mi hija Carmen ( Carmen filia ) le he pedido el favor de que subiese una fotografía de los cuatro hecha en este último viaje por los confines de la provincia y acaba de hacerlo. Ha elegido una , hecha por alguien que pasaba por allí a quien se le pidió que la hiciera , en la baranda del Asomadero de Grazalema. No hace falta decir quienes somos las personas que aparecemos. Gracias , Carmen. Soy consciente de que he hecho reiteración , y vuelvo a hacerla , en el uso del verbo hacer.
A mi hija Carmen ( Carmen filia ) le he pedido el favor de que subiese una fotografía de los cuatro hecha en este último viaje por los confines de la provincia y acaba de hacerlo. Ha elegido una , hecha por alguien que pasaba por allí a quien se le pidió que la hiciera , en la baranda del Asomadero de Grazalema. No hace falta decir quienes somos las personas que aparecemos. Gracias , Carmen. Soy consciente de que he hecho reiteración , y vuelvo a hacerla , en el uso del verbo hacer.
1 comentario:
Un viaje precioso, íntimo y familiar, que es unos de los disfrutes que nos quedan, con la oportunidad de poneros "al día" de vuestros proyectos, logros, incidencias, posibilidades, etc, que tanto nos aportan a todos.
Con sana envidia, ya que es un lugar aún pendiente por conocer por nosotros.
Espero que pronto se cumpla el deseo de viajar allí, ya veremos.
Claro que vivir en la playa de la Victoria de Cádiz, unas de las mejores y bella es siempre una verdadera gozada...
Me alegro mucho.
Un abrazo.
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