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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

jueves, 1 de enero de 2015

A TITÍN KAMBUMBA HA HABIDO QUE PONERLE SU TRENCA DE LANA

Y con ella , colocada debidamente , parece un monje rubicundo y pequeñito de la orden franciscana. Un  monje contemplativo con su hábito correspondiente aunque no sea monje. Solo lo parece , si bien su admirable forma de ser lo hace digno de santidad . En la terraza está con la trenca sin protestar del frío que está haciendo y que tiene a los viejos recluidos en sus casas como si monasterios fuesen. La vida monacal , parecida a la suya , tiene sus atractivos que no son pocos y su indudable espiritualidad muy semejante a la de nuestro querido Titín que sigue escrutando las fases de la Luna y pensando siempre . 

El frío que aparta de la terraza , cuando se abre , a Emilú y que , hasta ahora, huye de él como gato escaldado  del agua fría . Por ello  creo que éste  es el motivo principal del poco trato que , aunque otros haber pudiera ,  han hecho que Emilú y Titín no hayan hecho aún   muchas ligas. Creemos en casa que cuando el frío se atenúe las relaciones entre Emilú y Titín , cito a la gata por cortesía la primera , se establecerán con vínculos fuertes de amistad y buenas relaciones ; relaciones fraternas que causarán que Titín la vigile y advierta que subirse al pretil de la baranda de la  terraza , por mucho que a Emilú pueda distraerla , encierra cierto peligro de caída a la calle y sus probables consecuencias aunque se diga que los gatos tienen siete vidas. El número de vidas , aunque los años de vida media se conozcan  , nadie lo sabe de los gatos , de otros animales , ni del propio hombre. 

Ahora mismo Emilú observa a Titín desde nuestra sala de estar como observa , otras veces ,  a los pajaritos que ve volar o aletear desde la ventana del cuarto de Carmen niña sin quitarle ojos de encima. Es probable que lo extrañe con su trenca protectora del frío sureño y también es probable que ansíe husmearlo  con su abrigo de monje que , también  es probable , le recuerde a los monjes desde cuyo monasterio vino en una noche lluviosa y ventosa .  Desde luego Títin siempre ha mostrado caracteres contemplativos y serenos que tan poco abundan entre el común de los mortales . La serenidad parece haberse  perdido en el mundo actual , al igual que la paciencia , en aras de las prisas y de la inmediatez de las cosas. La inmediatez se ha convertido en una necesidad malsana y se ha olvidado que cada cosa , como el habituarse Emilú a la terraza y a Titín , requiere su tiempo como todo. Casos conozco de gente que ha tenido prisa hasta para morirse y no  precisamente por su forma accidental de hacerlo  sino por simple curiosidad en  conocer qué encontrará tras ella. En lo referenete a este asunto  sólo puede comentar el escribidor que , si bien no cree que tengamos siete vidas como los gatos ,  al menos le gustaría que hubiese otra vida eterna fuese de la forma que fuese ; a preferir buena. 

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