Creo recordar que estos eran los dos apellidos de aquel profesor cuyo nombre no recuerdo bien pero me parece que era José. Pertenecía al entorno de don Jesús Arellano Catalán , catedrático de Filosofía de quien recibí clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la Hispalense y destacado miembro del Opus Dei . El tiempo pasado debilita los recuerdos pero cuando a mi memoria se acerca la figura del profesor Aguirre de Cárcer , de quien no volví a saber más , aparece como hombre elegante , preciso y educado en sus ademanes y gestos aunque algo relamido en su finura . Dos recuerdos de charlas guardo , más o menos nítidos , entre él y yo .
Uno relativo a un suspenso , con posterior diálogo entre profesor y alumno , él y el escribidor , en el que se trató el motivo de mi suspenso. Según el profesor Aguirre de Cárcer yo no había desarrollado en mi examen algunos puntos esenciales y básicos del tema propuesto en el citado examen. Mi respuesta debió sorprenderlo , a pesar de su condición de filósofo oficial , a juzgar por su reacción a ella.
Mi respuesta se basó en argumentos que no sé si serían válidos o no para él pero sí lo eran para mí. Los argumentos fueron que aquellos puntos de los que me hablaba caían por su propio peso y ya se los habrían respondido mis compañeros. Que yo consideraba innecesario exponerlos en mi examen por consabidos y manidos y había preferido incidir en otras cuestiones relacionadas con el asunto de las preguntas.
Reaccionó con la comprensión que las personas educadas manifiestan con respecto a ideas defendidas con lógica y honradez por otros ; en el caso que me ocupa por mí . A partir de aquel momento el profesor Aguirre de Cárcer me consideró alumno simpático y un buen día , merendando en el restaurante La Raza , situado en la entrada del parque de María Luisa de Sevilla , muy próximo a la antigua fábrica de tabacos , hoy y desde hace largo tiempo sede de la Facultad de Filosofía y Letras y de otras facultades , tuvo la osadía de decir a mis compañeras de curso que yo era un buen partido.
Pero si yo lo único que tengo son apellidos , le respondí . Dudo la forma en la que el profesor Aguirre de Carcer encajaría la respuesta. Yo rondaría los veinte años , año arriba o año abajo , y a tal osadía respondí con otra. Pienso y creo que , tras la respuesta , su simpatía hacia mí , el escribidor que escribe, aumentó . No he vuelto a saber nada más de él , pero a mi recuerdos vienen las entonces niñas que fueron testigos de ambas osadías. Niñas muy monas , por cierto , que siguen formando parte de mis recuerdos estudiantiles y , por tanto , de mi vida. Prefiero no dar nombres y apellidos de aquellas niñas que fueron compañeras mías de carrera.
3 comentarios:
Buenos días.
José Aguirre de Cárcer me honró con su amistad durante muchos años. Falleció un 13 de Octubre de hace ya casi 4 años. Murió rodeado por las personas que lo cuidaron y quisieron como el abuelo de ellos que fue, mi hermano Gonzalo y yo, el que le escribe.
Siempre tengo un grato recuerdo de él. Su simpatía, humor mordaz, extrema ironía y una cultura realmente impresionante. Lo echamos mucho de menos.
Reciba un cordial saludo. Me llamo Jaime Hervás Rodrigo. Encantado de saludarle.
Igualmente , Jaime , y muchas gracias por el comentario. Sobra decir que siento la muerte del señor Aguirre de Carcer.
Guillermo
NO LE PUEDO FACILITAR EL CONTACTO CON LA FAMILIA DE DON JOSÉ AGUIRRE DE CÁRCER Y ALVARADO , RUTH , PORQUE NO LA TENGO. LO SIENTO . HE PREFERIDO RESPONDERLE POR ESTA VÍA .
OTRO SALUDO TAN CORDIAL COMO EL SUYO A USTED Y AL SEÑOR CAYÓN .
GUILLERMO .
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