En la que me dice que ha leído mi opinión sobre las avalanchas de emigrantes hacia Europa , gustándole asaz lo que escribe el escribidor . Conocidas son las aficiones poéticas del director de LA CHARNELA CHIRRIANTE , sobre todo las relacionadas con la Semana Santa sevillana , y de aquí , puede ser , el uso del término asaz.
Me hace saber que la desaparición de la sección MINISTRO CON CARTERA Y CON DINERO ha provocado , en su opinión , un descenso en la venta de ejemplares del periódico en el que mi también amigo John Tames continúa como corrector e , igualmente , ha sentido mi expulsión del journal o diary motivado por la inquina que hacia mí sentía , y sigue sintiendo , don Dídimo el capitalista.
Que considera una verdadera lástima que mi entrada relacionada con las emigraciones forzosas y forzadas hacia Europa de personas foráneas por nacimientos y culturas , no haya pasado por las rotativas del rotativo y no se haya leído a la luz de los últimos días del verano sevillano en cualquier casa o en cualquier terraza de la ciudad . Que , sin duda , mi opinión era digna de ser tenida en cuenta y , por supuesto , publicada en medio de mayor divulgación que en el blog SEVILLACÁDIZ .
Es don Veriniano un verdadero amigo y un auténtico caballero como pocos hay aunque sean jinetes , monten a caballo sin participar en concursos o presuman de una cosa u otra haciéndolo con mayor o menor destreza y excelencia. Un caballero capillita pero caballero en el mejor sentido del término ecuestre y sociológico del antiguo régimen en cuanto que se trata de hombre chapado a la antigua . Chapado en plata.
He tenido que dar mi número de carnet de identidad al agente de correos que me trajo la carta a casa y he tenido que firmar el recibí . Menos mal que el joven agente era agradable y mostraba un sentido común y del humor apropiado . Como el texto de la carta ya lo he transcrito de forma poco literal, pero sí el meollo de lo que decía , la carta supone para el receptor de la misma , yo , un flujo luminoso que me da ánimo en estos días tristones por los que atraviesa el escribidor a causa de lo que todos mis lectores conocen . Otra inyección de ánimo me la podría suponer el ofrecimiento de algún trabajito que otro que me permitiera seguir viviendo de la forma desahogada en la que vivía antes de la injustificada expulsión. Esperanzas en hipotéticos ofrecimientos guardo .
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