En realidad nada tienen que ver estos recuerdos , que me han venido esta noche en la que he estado medio insomne , con la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla en la que cursaba mi carrera . Sí con mi edad de estudiante universitario y , en aquel momento , veraneante en las viñas de Osuna . Justamente en la viña de mi tía política Rosario Cuevas , la Goya . Un buen día , mediada la mañana , ascendí el camino que llevaba a la viña de Paquita Soto Govantes y de su marido Arcadio Moreno Rodríguez-Buzón ( Caíto ) , tío segundo del escribidor que ya por aquellos lejanos años garabateaba lo que se le ocurría en folios blancos que después rompía . Caíto era abogado y funcionario del Ayuntamiento de Osuna , no recuerdo si secretario o interventor , y , durante el noviazgo de mis padres había actuado como carabina de ellos. La viña era muy bonita y en su andén nos tomamos unas cervezas a la sombra de un árbol de los muchos que allí había. No recuerdo si se trataba de una gran higuera o de otro propio de aquellos parajes serranos de las subbéticas . Sí recuerdo , y he recordado con frecuencia , aquél día y parte de la interesante y amena conversación que mantuvimos . Justamente esta parte de ella en la que Caíto me dijo que los hijos únicos ( ambos fuimos unigénitos) o éramos mariquitas o genios ; y que como ni él ni yo éramos lo primero , la única opción que cabía era la segunda . Aunque no me considero genio , él tal vez lo fuese , tampoco me considero memo completo . Solo una medianía intelectual que ve con claridad cosas que otros suelen ver con mayor obscuridad por motivos sanos o insanos ( repito que de esta forma algo anticuada prefiero escribir el vocablo obscuridad ) , pero que guardo hacia Arcadio Moreno Rodríguez-Buzón recuerdos cariñosos por su simpatía y vitalidad desbordante cuya aún joven vida se vio truncada , ejerciendo yo ya mi profesión en Cádiz , a causa de un accidente de coche.
Otro recuerdo gratísimo que guardo en mi memoria sobre las épocas pasadas en la viñas de Osuna , sobre todo en verano , y que forman parte de mi manera de ser y de ver el mundo. Recuerdos que dejaron huellas en mí como otros muchos aunque a los peores intente darles de lado porque si vivimos teniéndolos en cuenta y regodeándonos en ellos , la vida tiende a hacerse incómoda por mucho sentido del humor que se tenga. Al teclear esta última frase me ha venido a la memoria que , probablemente , esta conversación entre Caíto y yo la haya escrito en otra entrada . Con los años se gana en unos aspectos pero se pierde en otros . Sirva este argumento como excusa en caso de haberme repetido en el recuerdo de aquella inolvidable charla en su viña de Osuna. Ojalá mis futuros y talluditos alumnos sacaran conclusiones tan válidas para el conocimiento como las que yo extraje de aquella.
2 comentarios:
Unigenitos!!Primera vez que escucho y leo esta palabra..Siempre es bueno recordar..no estancarnos en el pasado pero si recordar esos buenos momentos que hemos vividos como los que nos cuentas..Yo nací en capital pero pasaba muchos veranos en Vilaflor el pueblo de mis abuelos paterno y en su casa..Me enamora los utensilios que usaban ,,sus historias ect..
Si veo algo tirado lo recojo y le vusco otra funciín y que conste que no soy Diogenes jajaja
Me ha encantado leer tus recuerdos de Universidad y que te hayas pasado por mi casita
Con cariño Victoria
De nuevo gracias , Victoria. Es tal como te he dicho.
Con el mismo cariño
Guillermo
Publicar un comentario