Aquí estoy otro día más , igual , pero escribiendo sobre Eduardo Mendoza i Garriga . Cambio el asunto de las últimas entradas y sigo obedeciendo a mis consejeros y asesores que no pertenecen a grandes entidades financieras o bancarias ; sino al círculo íntimo que me rodea. Ellos me asesoran y aconsejan y yo me limito a obedecer tecleando a diario aunque lo que digo poca enjundia tenga.
He leído varias novelas del último Premio Miguel de Cervantes como lector que era. La primera de ellas pudo ser su obra titulada : LA VERDAD SOBRE EL CASO TRAVOLTA . Tras ella , que mucho me gustó , vendrían otras varias que , igualmente , me supusieron un placer leerlas. . El estilo de Mendoza es sencillo , directo , irónico y , al decir esto sobra decir que con humor . Sin duda disfrutaba leyendo sus novelas , cuyos nombres considero innecesarios citar . Tan solo comento que me sonreía y reía al leerlas. El barcelonés , quien afirma que es admirador y relector de El Quijote como yo , tiene pluma fácil y enjareta a la perfección los asuntos de sus novelas y de sus ensayos. Se trata de un escritor de talento , muy distante del escribidor que teclea, sobre todo ahora que no sirvo para nada y el futuro , incierto , se me agolpa anulando cualquier capacidad creativa si es que alguna vez la alcancé. De aquí que admire las creaciones de Mendoza , tan alejadas del mundo oficial que me preocupa bastante.
Al no ser crítico literario , poco más me atrevo a decir sobre tal maestro de letras bien hilvanadas y creativas .Solo , sin acentuar porque es norma de la Real Academia de la Lengua Castellana , mostrarle , con estas letrucas y desde este blog , mi sincera enhorabuena.
Escribir novelas u otras literaturas debe tener , como principal objetivo, entretener y hacer pensar al lector. Una vez que se hayan conseguido estos dos primeros objetivos , la calidad viene por sí sola ; rodando como nos llega la de Eduardo Mendoza . Le repito la enhorabuena , don Eduardo , y hasta otra novela u otro premio más. El Miguel de Cervantes no es moco de pavo.
Y ahora yo , el escribidor , a tumbarme en el sofá y mirar , más que ver , la televisión porque pocos programas ofrecen algo que el interés me capten por su mayoritaria carencia de interés para personas medianamente inteligentes y , sobre todo , si padecen depresión. Me tumbaré en el sofá de la sala de estar y , si tuviese frío , encenderé el brasero eléctrico por caro que sea. Mientras haya en mis bolsillos algo , de ello se tirará. No creo que los bolsillos ni las libretas tengan gran fondo. Los bolsillos fondones y las libretas repletas no son cosas mías. Son de otros. De los que se sabe . Los achaques sí son plenamente de mi propiedad y los padezco con la resignación que puedo. A veces con más y a veces con menos. Hasta ahora , aunque se trate de reiteración , EL GRAN HACEDOR , sigue sin echarme una mano . No será porque no se lo pido por el bien de mi familia y mío . Si mi hora de despedida del mundanal ruido está próxima , lo acepto. No me cabe otra . Más me cuesta seguir lidiando el toro de la depresión. Toro negro y con las peores ideas en sus embestidas . ¿ hasta cuándo seguirá embistiendo ? . Todas las paciencias tienen un límite. La mía y la de mi familia. Y ya lleva más de un año detrás de mis capotes y de mis muletas . En mi primera depresión , los persiguió sin tregua cuatro o cinco años . Dudo que , ahora , vaya a aguantar yo tan tenaz y bravo morlaco. Ni yo ni quienes me rodean . Comencé escribiendo en torno a Eduardo Mendoza y he terminado haciéndolo sobre asunto tan manido pero que me tira y me tira . No para de tirarme . Empero , seguiré obedeciendo a mis asesores. Cabe que lleven razón. A pesar de todo editaré la entrada sobre la etiqueta LITERATURA. Se trataba de mi principal intención . El título de la entrada no indica que otros no hayan sido merecidos .
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