Coincidimos en la parada del autobús . Él había llegado antes que yo y le pidió dos tickets al conductor . Pensaba hacerlo yo , mas al haber dos o tres personas entre uno y otro ( entre don Eutiquio y el escribidor ) , no pude . Se lo agradecí cuando nos habíamos sentado y empezamos nuestra charla con un asunto que daba para largo : las relaciones entre hombres y mujeres en la actualidad. Según él ambos géneros , el femenino y el masculino , no se enamoraban ahora como hace treinta años o más , prevaleciendo ahora el sexo sobre otras virtudes. Se le da de lado a otras virtudes del sexo opuesto y solo se valoran el dinero y la belleza o el atractivo físico de uno y de otra o de una y de otro . De seguir la cosa así , los hombres bajitos , a no ser que ricos sean , no encontrarán con quien entablar y establecer relaciones . Lo de casarse tradicionalmente ya casi no existe y en caso de encontrar algún caso aislado , éste es la excepción. No dijo que la excepción confirma la regla porque sé que no utiliza frases manidas , manoseadas o tópicas y muy bien que hace. Los tiempos corren y las costumbres cambian , me dijo , pero , a día de hoy , las relaciones que se establecen ( algunas por muy poco tiempo ) entre la parejas son muy distintas a las de antaño.
Ya nadie aguanta los defectos de la otra parte de la pareja. Antes sí se soportaban los defectos de uno y de otra . Tampoco casi nadie , una vez que la primera ilusión mengua , aguanta .
A juzgar por estas palabras se pudiera pensar que don Eutiquio era hombre chapado a la antigua ; sin embargo , cuando continuó hablando y yo escuchando , advertí que de antiguo nada tenía . Tenía de moderno en cuanto él, ya viudo, se había emparejado con una señora veinte años menor y tan guapa , atractiva y bien hecha que fue miss de una región francesa . Creo que de la baja Normandía , pero no estoy seguro. Me comentó que aunque la cuestión hombre- mujer o mujer hombre ( se supone el porqué lo escribo así ) sea asunto íntimo , él conocía los secretos del amor mejor que ella cuando hicieron vida marital y de consuno sin estar casados ni querer estarlo.
Verá , Wilhelmus , que aunque yo haya pronunciado las palabras más arriba escritas ; éstas no son críticas sino simples observaciones de la realidad que nos rodea. De los tiempos nuevos del amor , de los enamoramientos y de las relaciones de parejas. Por esto mismo le he comentado lo que le he comentado mientras usted no decía ni mus . Ciertamente yo permanecía en silencio oyendo lo que decía porque suponía que don Eutiquio no era persona que nadaba contracorriente excepto en sus expresiones . Sobre otras cuestiones mostraba una modernidad y un estar al tanto de los acontecimientos actuales que se sobreponía a mis conceptos , algo menos avanzados.
Me llegó a decir , antes que el autobús llegase a la última parada y todos nos apeasemos , que élpasaba del tema estrella o principal del blog y que en la forma de redactar mis entradas se notaba que aún no me había recuperado de la depresión. Que era aún más escribidor que antes en cuanto mis escritos habían perdido frescura . No obstante , no las abandone y siga y persiga su intentos de recuperación por todos los medios porque yo he padecido ese extraño mal durante un tiempo de mi vida : exactamente durante seis años. Enfermedad mental en la que tanto se sufre y que tan desconocida es por todos : médicos y pacientes. Cuando pronunció la palabra frescura , le dije que llevaba toda la razón y que , en efecto , ahora soy más escribidor que antes. Una manera elegante , porque don Eutiquio lo era , de decirle al escribidor que ahora escribía peor. No peor , mucho peor , le dije ; pero ¿ qué le voy a hacer si así es mi mal?.
Don Eutiquio expuso los argumentos que a , continuación comento , sobre su desinterés absoluto en lo relativo a los estudios y análisis familiares . El primer argumento era que no se preocupaba lo más mínimo por los orígenes, más o menos aristocráticos de las personas , en cuanto que los supuestos valores de alguien cree que no se trasmiten de padres a hijos. Que una buena sangre puede procrear una mala sangre o un mala sangre y que la sangre azul no existe ; que todos la tenemos roja aunque rojos no seamos.Sobre los argumento restantes , otro día escribirá el escribidor
A la vista de que don Eutiquio hablaba y hablaba sin parar de asuntos tan variados como interesantes, le propuse tomar algo en una cafetería. Aceptó y continuó hablando de otras cuestiones de las que en otra ocasión escribiré , haciendo uso de parecida frase a una recién escrita. Justamente tres renglones más arriba . Quiera el Gran Hacedor que el escribidor recupere su anterior frescura y la variedad de asuntos sobre los que escriba reaparezca cual Ave Fénix .
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