Desde que abrí el blog , ya va para cuatro años de su apertura en noviembre del año 2008 , es la primera vez que muere una persona , en este caso dignísima , de mi familia materna : Mari Carmen Dalebrook Pineda , prima hermana mía , a cuyo entierro asistí ayer en el cementerio de San Fernando de Sevilla. Sin ser mi intención que este blog alcance carácter necrológico , sí cabe que , al estar escrito con los sentimientos propios de alguien sensible , las muertes de miembros de mi familia , tanto paterna como materna, se recojan aquí ; sobre todo en los casos , como el de ahora , de verdadera admiración y cariño hacia la persona a la que hago referencia. Sobra escribir acerca de las virtudes que Mari Carmen demostró tener porque en otra entrada , con su nombre , hablo de ellas. Está de moda hablar bien de las personas cuando mueren hasta el punto que pienso , a veces , que para que le echen flores a uno , no hay más que morirse. Hasta aquí llega la falsedad del hombre y su cerrazón a razones ; su injusticia. Palabra deconocida por mi prima. Mi mujer puso una rosa blanca sobre la lápida de su sepultura como símbolo de su blancura de alma y sentimientos.Una flor merecida.
Después , colocamos otra en la lápida bajo la que mi abuelo Joaquín , mi abuela Amparo , mi padre y mis tías A.De Toledo , yacen y , por vez primera , volví a Cádiz sin estar Mari Carmen en este mundo en el que mujeres y hombres tan .. tan , hay. Allá cada cual con su conciencia.. Mari Carmen siempre estará en mi pensamiento mientras yo viva. Cuando yo deje de hacerlo pido que , como a ella, me arrojen otra rosa blanca.Sé que lo agradecería como ella nos lo habrá agradecido. Como yo le agradezco su ejemplo.
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