Ni con don Javier Solana , en lo referente a lo que ha dicho hoy sobre lo que llamo LA COSA , ni con los dones carentes de dones que dirigen el cotarro , oséase la política en alturas o bajuras pero siempre llena de bajezas. De bajezas y torpezas. Tampoco con el periodista , o lo que sea , que ha dicho , también en artículo creo que hoy publicado en no sé qué periódico , pero publicado como algo importante sin serlo , que doña Esperanza Aguirre es la persona idónea para sustituir a don Mariano Rajoy con quien no sé a dónde voy. Ni yo ni casi nadie más que los beneficiados por sus recortes y decisiones sin explicar. Para éstos don Mariano es un genio de la política y de la economía cuando tan solo es un mandado de la señora alemana , doña Ángela , con la que hoy se reúne , creo que en los Madriles , capital de las Españas. Doña Ángela es otra mandada. Otra mandada por el poderoso , sin don pero con dones crematísticos , hipercapitalismo moribundo al que intenta revitalizar con medidas más de lo mismo sin mirar más allá del horizonte que ellos ven . Un horizonte que habría que sobrepasar si se tuviesen miras menos egoístas y más justas. Más acordes con los tiempos viciados que corren en los que algunos se encuentran como peces de colores en el agua porque a río revuelto ganancia de pescadores y de peces gordos.
Yo , aunque no comulgo con las ruedas de molino que don Mariano Rajoy nos hace tragar a la trágala, aún menos lo hago con el talante y con parte considerable de las ideas de doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma a pesar de su nobleza y Grandeza de España oficial. Ya se saben las grandes diferencias entre grandezas oficiales y reales , pero la imagen que doña Esperanza ofrece me hace dudar de su Grandeza de España real ; no de la oficial y de lo oficial que tan escaso valor tiene para mí en cuanto pensador libre y con pocos o nulos intereses. Veo a doña Esperanza , por sus talante y dichos , persona de poca sensibilidad que a poco número de españoles gusta. No será el caso de su marido , don Fernando Ramírez de Haro y Valdés ,y de sus hijos . Sobre todo de éstos , ya que madre solo hay una tenga o no Grandeza de España oficial o real y tenga mayor o menor simpatía y gracia , se la de o no de graciosa y de ingeniosa. Cierto es que , en algunas cosas, tiene razón doña Esperanza, pero la prepotencia y la ironía sosa no son buenas compañeras de políticos ni de nadie. ¿ A qué la obliga su nobleza , doña Esperanza ?. ¿ A la desesperanza ?
Perdón : he vuelto a escribir bajo la etiqueta de la política. Espero que ustedes , vosotros y don Santiago Celtibérico me perdonen. Desde aquí , yo , Wilhelmus Alvarinus Toletanus Pinaster, pido perdón a mis lectores , sean críticos con mis letras o no. Procuraré no reincidir pero es que se oye cada cosa...
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