La condecoración es extraoficial . Real como la vida misma. Como me gustan las condecoraciones. Que nada tengan que ver con lo oficial porque suele estar viciado y lleno de intereses espurios.
Estoy citado en el restaurante doña Amargamía de El Toboso , sito en la carretera que une la sierra con la playa , una y otra andaluzas En una atalaya desde la que se divisan los montes y las aguas próximos y próximas al lugar de mi segunda residencia. Un lugar recóndito en el que me suelo refugiar para pensar , escribir y mirar los horizontes montañosos y marineros. Un lugar idílico en el que estoy pensando que sean esparcidas mis cenizas cuando me llegue el momento de emprender el viaje definitivo y , a ser posible, despidiéndome , con suma gravedad pero con ausencia de dolores físicos , de mis seres más queridos. Sabeis quienes sois y entre ellos están mis lectores. Cierto es que dificultoso será que , en el aciago y esperanzador momento , esteis todos reunidos a los pies y a la cabecera de mi cama rondeña que de mi abuelo heredé. No obstante , presentes os tendré en el el alma cuando se disponga a abandonar mi cuerpo rodeado de los angelicales seres que me habeis acompañado en mi tránsito por este injusto y bellísimo mundo.
La cita es a las siete de la tarde para tomarnos un refrigerio y dar un paseito antes de celebrar la propia ceremonia de imposición de la medalla al mérito desconocido . Medalla en la que aparecen , pués se ha tenido la delicadeza de mostrármela antes de ponérmela en la solapa de mi negra chaqueta apropiada
para dicha ceremonia ; aparecen , digo , unas náyades y nereidas danzando con volátiles túnicas transparentes que dejan que sus encantos se insinúen. La medalla bella me la conceden , a título vitalicio pero no hereditario, el conjunto de directores de periódicos por los que he desfilado , como reportero y colaborador , a lo largo de los dos últimos años , incluído el director de la editorial que a día de hoy tiene a bien publicar mis relatos y artículos que en el presente blog escribo con mayor o menor acierto pero con el corazón en la mano , las teclas bajo los dedos y la pantalla del ordenador ante los ojos y los anteojos.Me refiero , claro es , a don Santiago Celtibérico e Ilergete , el señor que pocas patas mete.Mantendré informados a mis carísimos lectores y seguidores de todo lo que de bueno o de malo ocurra a lo largo de la cena y de la ceremonia. Es lo mínimo que puedo hacer por ustedes y por vosotros , aparte de llevarlos y de llevaros en mis sentimientos tan llenos de agradecimientos. Ser agradecido es propio de bien nacido y , de por vida , pienso lucir en los ojales de las solapas de mis chaquetas , sea la estación del año la que sea , la sobredicha medalla al mérito inmerecido que tanto me recuerda a las que se concedieron a los soldados desconocidos. Los más heróicos en cualquier guerra o combate aunque los generales puedan decir lo contrario. Unos crían la fama y otros cardan la lana. y así se escribe la HIstoria.
Wilhelmus Alvarinus Toletanus fecit et scripsit animo benevolente in pectore .
Wilhelmus Alvarinus Toletanus fecit et scripsit animo benevolente in pectore .
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