AUNQUE NO ES CUESTIÓN QUE ME INCUMBA , OPINO.

No sigo , por lo mismo , de forma exhaustiva , las informaciones que los distintos periódicos ofrecen sobre la cuestión que el torero de a pie , Francisco Rivera Ordoñez , ha abierto sobre la custodia de la hija que tuvo , en legítimo pero desigual matrimonio en lo sociológico , con Eugenia Martínez de Irujo , duquesa de Montoro .La hija de la duquesa de Alba , la sin par señora doña Cayetana Fitz- James Stuart que parece estar que trina con las formas y la decisión que su exquerido yerno ha tomado sobre el asunto , está , por lo que leo , que se sube por las nubes  tras hacelo por las paredes ; creo que con razón. No conozco , personalmente , ni a Eugenia ni a Francisco, pero he de decir , con el corazón en la mano y la sinceridad propia de los Toledo , que ella me gusta más que él ; algo , en otro sentido , de lo más natural . La veo más señora en lo real , sé que lo es en lo oficial , que él ; a quien no lo veo señor en sentido alguno por mucho que crea serlo. No tiene más que mirar que desciende de buenos toreros y nada más. Nada más y nada menos , pero , sociológicamente , nada más. Su matrimonio fue , no existe la menor duda , morganático. La nula caballerosidad , tan propia del torero valentón que es , pero pedestre, debe ser hiriente para cualquier madre y cualquier abuela y , en el caso que me ocupa , poco tienen de cualquieras. Sus comentarios sobre casamiento , precedentes y dichos lo delatan. La justicia opinará pero una jugarreta le está haciendo a Eugenia y a su suegra que tanto lo quería. Decía mi abuelo Pepe Pineda , Papápepe , que para conocer a alguien hay que tomarse con las personas un saco de sal. No es el caso del personaje torero- valentón sobre el que me he tomado la libertad de opinar aunque en nada me incumba el asunto. Por encima de otras cosas está la libertad de opinión.Ésta es la mía aunque nadie me la haya pedido y cuestión delicada sea . Sobre ella  , los que tengan competencia jurídica se pronunciarán Yo lo acabo de hacer aunque no me competan estas cuestiones. Eugenia : un abrazo y a intentar olvidar . Todos cometemos errores en nuestras vidas. Torero valiente : permítame decirle que desconoce la elegancia en el ruedo y en la vida.