Sus visitas han sido , hasta ahora , las más exóticas de las que hemos tenido en EL RECLAMO. Las más exóticas y las de aspectos más originales por ser sus físicos tan distintos a los nuestros. Sobre el tipo , malo para nuestros cánones de belleza , de la señorita Rojo ya tienen ustedes ,o teneis vosotros , noticias por haberlo descrito otras veces si bien no con excesivo detalle.. Sobre su altruismo , calidad de pensamiento e ideas de igual forma ha escrito el escribidor, , relacionador y orientador público del afamado restaurante varias entradas. Es decir , yo , el experiodista y viajero interplanetario Wilhelmus Alvarinus Toletanus quien carece de noticias de su primo José Joaquín Pineda Calle, con posterioridad a la boda de su hija Cristina con Manuel , a pesar de haberle dejado un mensaje en su teléfono hace un mes más o menos. Tendré que volverlo a llamar porque nobleza y sentimientos obligan y porque nos acompañó en el viaje al planeta rojo explicado aquí sobre la etiqueta de : EL VIAJE A MARTE. Viaje que nunca olvidaré por múltiples motivos.
Toca ahora decir algo sobre el físico y químico , pues se licenció y se doctoró en física y química cósmica en las facultades correspondientes de la universidad de Martiria ; y , posteriormente, en ciencias de la comunicación , especialidad planeta azul , de la misma universidad. Me refiero , como puede suponerse , al señor , bajito y de piel enrojecida , MARTINI MARTEL , que nada tiene que ver , naturalmente, con Carlos Martel abuelo de Carlomagno . Se trata de los Martel de Marte y de los Martel de la Tierra , dos mundos muy distintos. Casi tanto como lo han sido , lo son y lo serán la Europa germánica y la Europa latina que , pienso yo a título personal , será engullida en lo económico y en no sé en cuántas cosas más por su homónima norteña .Hermanas nunca bien avenidas y que lo continuarán siendo pues sus historias , religiones y escalas de valores difieren en altos grados.
Rosita Rojo y Rojas , cual es su segundo apellido , y Martín Martini Martel , que tampoco tiene genealogía común , también como natural es , con los Martini de origen italiano al igual que Rosita Rojo , por Rojas , nada que ver tiene con los Rojas o Roxas españoles , cenaron opíparamente y bebieron como cosaca y cosaco , sin serlos , porque sus hígados tienen un aguante que para mí quisiera yo. No solo se lo pasaron de rechupete aunque no rechupetearan nada por ser sus educaciones tan exquisistas como las chuletitas de cordero a las que , sin rechupetear , metieron manos cogiéndolas por el hueso sin mancharse los dedos como está mandado en su planeta y en el nuestro si bien en el suyo los corderos tienen tamanños de leones al ser de mayor envergadura que los del planeta Tierra ; no solo se lo pasaron así como decía , de rechupete , sino que dijeron cosas interesantísimas de las que fui oidor atento y comentarista coincidente con las opiniones expresadas.
Dijeron que Penélope Cruz , considerando los cánones de belleza existentes en la Tierra , no era tan guapa como los medios de comunicación nuestros dicen ; opinión , la de Rosita y Martín , que comparto desde siempre . En relación con la supuesta beldad de Penélope , sobre la que en alguna revista llegué a leer , cuánta osadía , que era comparable a la Audrey Hepburn , o no se tienen ojos en la cara o ésta se tiene muy dura para decir tal cosa , mis amigos Rosita y Martín comentaron que su marido , Javier Bardem , es , a juzgar por la imagen que da , el tío más antipático del planeta Tierra. Solo les comenté que , si juzgamos por las imágenes que ofrecen su homónimo el señor Arenas , don José María Aznar y doña Ana Botella o doña Ana Botella antes que es más correcto , sin entrar en más detalles , eran tan antipáticos como Bardem .Podríamos hacer una encuesta , de las que para tan poco sirven , sobre tan interesante punto. Sobre estos puntos filipinos que , a diario , vemos en pantallas y revistas y que a ellos , a Rosita , a Martín y a mí nos importan un comino . O un pimiento o un bledo.
Una vez que terminaron la cena con unas natillas de coco hechas por Godofrito Malagamba , se acercaron a la playa , hicieron una llamada y , al punto , apareció un taxi interplanetario a manera de objeto volante y emprendieron , con amor y fantasía , su vuelo de tres horas hacia el planeta rojo que Rosita , estoy seguro de que por amor a Martín , había dejado , por un rato , para venir al azul. Ya hay dos motores que impulsan a Rosita a visitarnos de vez en cuando , con lo que tanto ganamos , en la Tierra : el amor , siempre lo primero , y la admiración que siente y expresa por Wilhelmus Albanus , mi hijo músico y poeta. De seguir la cosa así , testigo de amores nacientes , me voy a convertir en un viejo alcahueta como la vieja Celestina. Si sirve para mejorar la COSA en España y en cualquier lugar que se manifieste , vale. Si no , no.
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