Las hay pero no abundan. No son , como se suele creer , las que se pasan la vida dando gracias de manera convencional sin agradecer nada en el fondo sino como mera fórmula aprendida ; ni las que piden , con expresión de ordeno y mando , las cosas por favor. Son las que así actúan personas de educaciones superficiales aprendidas de enseñantes sin educaciones de fondo. La verdadera educación y la delicadeza se siente por naturaleza o se aprende en las casas ; se mama como antes se decía.. De aquí que sea tan importante , para la buena educación que se debiera impartir , que los dedicados a ella en uno u otro nivel , fuesen , además de conocedores de las materias que enseñan , personas delicadas y educadas de verdad ; no solo conocedoras de las llamadas fórmulas de educación convencionales tan al uso. Y para que existan buenos educadores de fondos habría que valorar otros conceptos personales que , para el acceso a los cuerpos de enseñanza , no se consideran. No aludo , naturalmente , al origen de las personas , pero sí a sus valores humanos y éticos o morales necesarios para que puedan ofrecer una auténtica educación en la que la delicadeza en el trato y el respeto a los demás fuese moneda de intercambio común. Punto que no se considera en esta España nuestra y que es raiz de muchos males de los que aquejan a nuestro país en el que las personas carecen , en buena parte , de delicadeza. Que ni la huelen pertenezcan al grupo social o clase a la que pertenezcan.
Delicadeza es respetar al prójimo y sus ideas aunque no las compartamos. Es ser agradecido de corazón más que de pura fórmula Es comportarse con finura natural y no afectada . Es consideración y valoración del prójimo y del lejano . Es saber estar cada uno en su sitio ,nos hallemos en el lugar en el que nos hallemos, . respetando costumbres y procederes de los otros siempre que sean respetables . Delicadeza es decir siempre la verdad sin tratar de ofender a nadie por muy alejado que esté de nuestras costumbres. Delicadeza es sinónimo de sensibilidad ; algo que escasea a nuestro alrededor porque no se ha sabido educar a la gente y sigue sin saberse. De aquí la capital importancia que debiera tener la enseñanza en nuestro país y sigue sin tenerla. Ser maestro profesional , como lo es mi hija , no debiera ser cuestión de poca monta sino de mucho monto. De tanto que a los maestros se les enseñase como debiera enseñárseles y no cuatro minucias sin importancia que restan tiempo al aprendizaje de otros contenidos de muchísimo más valor servidores , al menos , como paliativos de la carencia de delicadeza que respiramos..
Solo puede enseñar educación y delicadeza quien de verdad la ha aprendido o la tiene de nacimiento . Lo demás es minucia tras minucia y error tras error. Nada de nada que a la nada nos conduce.. Y para intentar una enseñanza en la que tenga especial consideración la auténtica educación y la delicadeza , ni hacen falta planes de estudios nuevos o viejos ,ni muchos dineros , ni nuevas leyes llámense como se llamen. Solo hace falta hacer las cosas con sentido , honradez y dar ejemplo los maestros , y todos , con nuestros comportamientos porque el movimiento se demuestra andando. La educación formulista y sin contenidos con enjundia no es educación , delicadeza , ni nada. Una pamplina aunque haya quien considere estas palabras como falta de delicadeza. No lo son ni lo es.
2 comentarios:
Delicadeza y educación es algo que nos quedaste debiendo, amigo Guillermo,
Óliver.
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