No la dejé pagar aunque a ello estaba dispuestísima tras pedirle la nota a Arturo Pérez. No en balde la economía del planeta rojo es mucho más boyante que la que tenemos en estas zonas del sur de Europa y Rosita es desprendida de bolsa y de carnes, enjuta . Entrevistó , causa de fondo de su nueva venida al planeta Tierra desde su Marte querido , a Wilhelmus Albanus que es como , al cariñoso modo , llama a Guillermo Alvah. No participé en la entrevista por la delicadeza y respeto a la intimidad que me caracterizan ; que nos caracterizan a ella , a Guillermete y a mí aunque esté feo decirlo en lo que a mí respecta . Otras cosas mucho más feas hay para que esta pequeña vanidad me preocupe lo más mínimo. No sé cuántas personas podrán dormir a pierna suelta por tener sus conciencias tranquilas , pero entre ellas me encuentro y dudo que sean muchas.
Como hacía un ventarrón de poniente molesto , almorzaron en el salón rojo para que todo estuviese a tono mientras saboreaban el arroz y media botella de reserva de marqués de Riscal que tanta aceptación tiene entre nuestra distinguida clientela. Rosita pasa de rosados y de blancos y siempre , en sus venidas al planeta azul , tome pescados azules o carnes rojas , pide vinos rojos : tintos a ser posible riojanos como fue el caso. Los vinos riojanos y las manzanilla de Sanlúcar son sus preferidos para beber ; tal vez estas preferencias sean debidas a influencía mía , pero asegurarlo no quiero vaya a ser que se me tache de creidillo como alguien tachó en facebook a Wilhelmus Albanus Arturo los atendió y sirvió como él sabe hacerlo : divinamente y con la cordialidad y naturalidad propias de persona bien educada y acostumbrada. Sin inmiscuirse en la conversación-entrevista , de la que si Rosita y Albanus me dan sus permisos enviaré a A.B. C. INTERESTELAR copia para su difusión por la Creación . Aunque yo estuve charlando con John Tames en su garita de recepcionista de terraza y mesándome los cabellos que me quedan a los que el vendabal azotaba y despeinaba , llegaban a mis oídos algunas palabras sueltas y deshilachadas de la conversación que Rosita y Wilhelmus mantenían en el salón rojo pasión haciendo uso de una dialéctica apasionada y bien tramada. Sobre el completo de lo hablado en la entrevista informaré , en su momento , en el supuesto de que entrevistadora y entrevistado me den su anuencia. No lo duden mis carísimos lectores. Por ahora solo digo que Rosita fue recogida , en las arenas de la playa de la Victoria de Cádiz , como otras veces , por el extraño objeto volante que la trajo. En esta ocasión era rojo y procedente , tal es sabido , del planeta rojo. Del planeta del que nos pudiera llegar la ayuda para tratar de enmendar la situación caótica en la que nos han metido quienes ustedes o vosotros y yo mismo sabemos.
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