Y hoy también lo han hecho a pesar de las muros que interpuse entre los fantasmas y yo. Para tratar de defenderme aun mejor de ellos es por lo que tecleo esta entrada que girará en torno a los mismos de igual manera en la que ellos intentan volver a girar a mi alrededor.
Son atosigantes y empecinados o tercos como ellos solos. No obstante cada día me parece , o eso creo , que logro mantenerlos más a raya . De aquí que pueda escribir , a medida que el tiempo transcurre , sobre la realidad , que existe , con mejores ojos y mejor ánimo. Aunque todavía estoy muy lejos de alcanzar mi verdadera forma de ser y de actuar , al menos empiezo a tener fuerzas suficientes para defenderme de ellos y elevar murallas entre semejantes mamarrachos y yo , el escribidor
No quiero hacer uso de adjetivos peores porque podrían buscar refuerzos ante los cuales yo poco podría hacer a pesar de los muros construidos . Muros levantados entre polvos de tierras , sudor e hierro como cabalgaba Mío Cid por la estepa castellana. Las lágrimas también las ponía el escribidor aunque fuesen interiores porque poco llorón soy. No obstante , y pecando de reiterativo , todavía no estoy en condiciones de realizar las llamadas telefónicas , a las que obligado estoy , ni de hacer ni llevar unas formas de vida más o menos normales lo que no quita que mi mejoría , aunque pequeña , exista y me permita mantener alejados a los fantasmas cuyos nombres ni recuerdo ni quiero recordar pero que me traen a la memoria estados económicos , políticos y mundiales poco loables . No quiero dar nombres porque lo prometido es deuda y las promesas hay que respetarlas y cumplirlas , sobre todo si las hace uno mismo y con libertad. Caso de la lectura , que va lenta porque mi cabeza está lenta , del primer libro publicado por un antiguo alumno aquí citado y nombrado y que estoy leyendo intercalándolo , de forma parsimoniosa , con la lectura del extenso libro ( 1179 páginas en la edición que manejo ) de Roberto Bolaño , titulado : 2666 , en el que se puede leer , en página preliminar , el siguiente pensamiento de Charles Baudelaire : UN OASIS DE HORROR EN MEDIO DE UN DESIERTO DE ABURRIMIENTO . Así pueden ser definidas las depresiones graves de los hombres y los fantasmas que los acompañan aunque no se esté en oasis ni en desierto alguno , sino al lado del mar .
1 comentario:
En una alegría saber que puedes mantenerlos algo más a raya. Sigue así Guillermo!!
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