La mona Alyssa tiene algo en común conmigo : su afición por el Planeta Rojo. Leo , en prensa escrita, que Alyssa se prepara para ser el primer ser humano que pise Marte. Alyssa , que es muy mona, ya ha estado en la Administración Nacional de la Aeronáútica y del Espacio ; es decir , en LA NASA . Se sabe que no soy muy amigo del uso de acrónimos.
Alyssa , según he leído , es natural de Baton Rouge , en Luisiana , cuyas tierras y cuyos mares fueron muy recorridos por alguien que yo me sé . No muy lejos está la ciudad de Dallas , en el Estado de Tejas. Al fin y al cabo poco más de 400 kilómetros separan una ciudad de otra . Más de una vez serían atravesados por la persona que yo me sé , en la primera década del siglo XIX , y a la que antes aludí . Se sabe que los Estados Unidos de Norteamérica son muy extensos y en ellos esta distancia es pequeña.
Pienso que la incrédula señorita Carson no quiere saber nada de mi estancia primera ni de los conocimientos que alcancé en el Planeta Rojo ; en caso contrario me hubiese respondido , no sé si a vuelta de correos pero sí con premura , a la prolija carta que le envié a su casa . Supongo que le llegaría porque certificada fue . En ella le contaba mis aventuras interespaciales con detalle , pero debió tomarme por loco y no se dignó responder . Mucho le hubiese yo ayudado en la afición que muestra desde muy niña.
Acabo de ver un vídeo de ella en el que dice , en un buen castellano , que sus amigas quizá puedan considerarla como algo turulata ( no usa esta palabra ) pero que su mayor deseo es vivir en Marte , colonizarlo y no regresar más a nuestro planeta .
Su padre respeta su opinión y sus gustos , coincidentes con los míos y con los nuestros ( hago alusión a mi primo José Joaquín Pineda que voluntariamente quiso acompañarnos a Arturo y a mí en el primer viaje ) en lo que hace a que la vida aquí está cada día que pasa más difícil aunque yo repitiese la ida varias veces ; lo que quiere decir que fui y volví .
Salta a la vista que Alyssa es más agraciada , para los cánones de belleza que rigen en el Planeta Azul , que Rosita Rojo , y cabe que algún astronauta se enamore de ella a primera vista . Se trataría del primer enamoramiento aeroespacial que se da entre terrícolas. Caso de ser así , afortunado sería el hombre que tuviese a la mona Alyssa entre sus brazos . Leonardo da Vinci removería sus huesos en su tumba. . Otra más que no se cree el asunto de mis viajes de ida y venida de Marte : Alyssa Carson.
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