He tenido dudas en el cómo intitular este escrito. Pensé escribir bajo las palabras: Dos Historias distintas y distantes. Pensé titularlo : Historia escrita por escritores que no son historiadores, pero el epígrafe resaltaba redundante. Incluso pensé hacerlo bajo el título : Dos aproximaciones, una inglesa y otra española, a sus respectivas historias nacionales ; pero el título, que pudo ser y no fue, por extenso, lo deseché. Opté por el que encabeza.
Las dos Historias acerca de las que voy a lucubrar o elucubrar son : Una, Breve Historia de Inglaterra, de Chesterton, londinense nacido el 29 de Mayo de 1874, para más señas, maestro con pluma y pensamiento en ristre, que he leído y releído cuando explicaba a mis alumnos Historia de las islas británicas, con más o menos acierto, intentando siempre el mayor.
La otra, que leo en minutos y horas playeros, soleados y sin sol, y, en cama, antes de dormir la siesta, en verano sin corbata, como las que mi mujer hace al señor Pérez- Reverte y a mí, es : Historia de España contada para escépticos de Juan Eslava Galán, nacido en Arjona, provincia de Jaén, el día siete de Marzo de 1948, casi de mi misma edad para más señas. Voy por el capítulo titulado : El Desastre, número, 82. Uno de los que han salpicado nuestro devenir y espero que no salpiquen nuestro porvenir. Anque me queda por leer lo relativo al siglo XX en el que, menos los niños, todos hemos nacido, excepto algún caso admirable y extraño por longevo, que habrá; ya he leído lo suficiente para poder opinar sobre dicha Historia contada para escépticos. Al menos, así me lo parece.
Tanto de Chesterton como de Eslava he leído otras obras que en gran consideración tengo, mas voy a ir, en corto y por derecho, al meollo de la cuestión.
Parto del supuesto, cierto, de que como profesional jubilado de la enseñanza de la Historia y aprendiz de ella mientras viva, alguna historiografía he tenido entre manos, ojos y cabeza. Dar títulos y autores, a estas alturas del calendario, sobra. Ya he pasado respetable número de hojas.
Las Historias de Chesterton y de Eslava, sutiles, fidedignas, amenas, divertidas y profundas difieren, no sólo en la geografía que historian, lo que es una perogrullada, sino en sus categorías didácticas. La Breve Historia de Chesterton es lectura que, si bien entretiene y enriquece por sí misma, es complementaria de unos conocimientos básicos del devenir inglés que se le presuponen al lector. Debe ser leída, pues, para poder disfrutar más de ella y aumentar conocimientos sutiles, a posteriori de... Tras el conocimiento propedéutico de cronologías , protagonistas y hechos... de la Historia de Gran Bretaña e islas de alrededor.
La Historia de Eslava, por el contrario, puede ser lectura iniciática. Buena como propedéutica o basamento sobre el que construir nuestros saberes. Como cimientos. La recomendaría, casi con obligatoriedad y sin casi, por su carácter didáctico, a los estudiantes de bachillerato y a toda persona interesada en conocer nuestro pasado. Una bonísima introducción a nuestra Historia de España, del Rey abajo ninguno y de Pirineos abajo ninguna nación más que la Española, que ayuda a comprender nuestro hoy. Una Historia nuestra de esa España nuestra que desconoce un elevado número de políticos y politiquillos que tanto daño nos están haciendo por ignorantes y vividorcetes. Más de la cuenta, muchos más, son. Cánceres muy malignos de nuestra sociedad y que cada palo aguante... Una Historia de España que estoy leyendo por sugerencia de mi tío, de la misma edad y por eso, aunque tio y sobrino, nos llamamos primos, Gonzalo Álvarez de Toledo Marvizón, perito aparejador o arquitecto técnico sin ejercer y dietista o herboristero en ejercicio boyante y continuo. Gonzalo: Gracias por tan atinada sugerencia. Aunque había leído algunas obras de Eslava, caso de La Mula, pienso, ahora, leer su : Catolicismo explicado a las ovejas, por ejemplo. Todos aprendemos de todos. Quien así no lo vea, lo del aprendizaje y la Historia de Eslava, creo que cae en error craso. Se puede aprender después de, caso de la Historia contada para escépticos, o antes de, a priori, caso de la Breve Historia de Chesterton. A priori y a posteriori.Después de haber leído la Historia de Inglaterra de Émile Herzog, André Maurois de pseudónimo y normando de nacimiento, otro óptimo escritor, no historiador profesional.
Para enseñar Historia en la universidad o fuera de ella no hay que poner en práctica las absurdas y abstrusas metodologías didácticas en boga. Si el profesor tiene sentido común, conocimientos, vocación y gusto por la enseñanza, basta. Lo demás son nimiedades que menguan el tiempo a las explicaciones de clase y distraen de lo importante. Pérdida de tiempo.Hay salas de cine y salas de estar para ver películas y documentales históricos. La aulas universitarias están para explicar, no para tontear y perder lastimósamente el tiempo. Cúanto mal se le está haciendo, por gran parte del profesorado snob ( sine nobilitate ) a la enseñanza de la Historia, en lo particular, y al aprendizaje de otras disciplinas u otros estudios en general. Ganas de complicar en vez de facilitar. Alguien debe beneficiarse con este maremagnum, creo. Los estudiantes universitarios de Historia o de lo que sea, creo que no . Ya la cosa pasará receta. Pidamos que no sea cara
Las dos Historias acerca de las que voy a lucubrar o elucubrar son : Una, Breve Historia de Inglaterra, de Chesterton, londinense nacido el 29 de Mayo de 1874, para más señas, maestro con pluma y pensamiento en ristre, que he leído y releído cuando explicaba a mis alumnos Historia de las islas británicas, con más o menos acierto, intentando siempre el mayor.
La otra, que leo en minutos y horas playeros, soleados y sin sol, y, en cama, antes de dormir la siesta, en verano sin corbata, como las que mi mujer hace al señor Pérez- Reverte y a mí, es : Historia de España contada para escépticos de Juan Eslava Galán, nacido en Arjona, provincia de Jaén, el día siete de Marzo de 1948, casi de mi misma edad para más señas. Voy por el capítulo titulado : El Desastre, número, 82. Uno de los que han salpicado nuestro devenir y espero que no salpiquen nuestro porvenir. Anque me queda por leer lo relativo al siglo XX en el que, menos los niños, todos hemos nacido, excepto algún caso admirable y extraño por longevo, que habrá; ya he leído lo suficiente para poder opinar sobre dicha Historia contada para escépticos. Al menos, así me lo parece.
Tanto de Chesterton como de Eslava he leído otras obras que en gran consideración tengo, mas voy a ir, en corto y por derecho, al meollo de la cuestión.
Parto del supuesto, cierto, de que como profesional jubilado de la enseñanza de la Historia y aprendiz de ella mientras viva, alguna historiografía he tenido entre manos, ojos y cabeza. Dar títulos y autores, a estas alturas del calendario, sobra. Ya he pasado respetable número de hojas.
Las Historias de Chesterton y de Eslava, sutiles, fidedignas, amenas, divertidas y profundas difieren, no sólo en la geografía que historian, lo que es una perogrullada, sino en sus categorías didácticas. La Breve Historia de Chesterton es lectura que, si bien entretiene y enriquece por sí misma, es complementaria de unos conocimientos básicos del devenir inglés que se le presuponen al lector. Debe ser leída, pues, para poder disfrutar más de ella y aumentar conocimientos sutiles, a posteriori de... Tras el conocimiento propedéutico de cronologías , protagonistas y hechos... de la Historia de Gran Bretaña e islas de alrededor.
La Historia de Eslava, por el contrario, puede ser lectura iniciática. Buena como propedéutica o basamento sobre el que construir nuestros saberes. Como cimientos. La recomendaría, casi con obligatoriedad y sin casi, por su carácter didáctico, a los estudiantes de bachillerato y a toda persona interesada en conocer nuestro pasado. Una bonísima introducción a nuestra Historia de España, del Rey abajo ninguno y de Pirineos abajo ninguna nación más que la Española, que ayuda a comprender nuestro hoy. Una Historia nuestra de esa España nuestra que desconoce un elevado número de políticos y politiquillos que tanto daño nos están haciendo por ignorantes y vividorcetes. Más de la cuenta, muchos más, son. Cánceres muy malignos de nuestra sociedad y que cada palo aguante... Una Historia de España que estoy leyendo por sugerencia de mi tío, de la misma edad y por eso, aunque tio y sobrino, nos llamamos primos, Gonzalo Álvarez de Toledo Marvizón, perito aparejador o arquitecto técnico sin ejercer y dietista o herboristero en ejercicio boyante y continuo. Gonzalo: Gracias por tan atinada sugerencia. Aunque había leído algunas obras de Eslava, caso de La Mula, pienso, ahora, leer su : Catolicismo explicado a las ovejas, por ejemplo. Todos aprendemos de todos. Quien así no lo vea, lo del aprendizaje y la Historia de Eslava, creo que cae en error craso. Se puede aprender después de, caso de la Historia contada para escépticos, o antes de, a priori, caso de la Breve Historia de Chesterton. A priori y a posteriori.Después de haber leído la Historia de Inglaterra de Émile Herzog, André Maurois de pseudónimo y normando de nacimiento, otro óptimo escritor, no historiador profesional.
Para enseñar Historia en la universidad o fuera de ella no hay que poner en práctica las absurdas y abstrusas metodologías didácticas en boga. Si el profesor tiene sentido común, conocimientos, vocación y gusto por la enseñanza, basta. Lo demás son nimiedades que menguan el tiempo a las explicaciones de clase y distraen de lo importante. Pérdida de tiempo.Hay salas de cine y salas de estar para ver películas y documentales históricos. La aulas universitarias están para explicar, no para tontear y perder lastimósamente el tiempo. Cúanto mal se le está haciendo, por gran parte del profesorado snob ( sine nobilitate ) a la enseñanza de la Historia, en lo particular, y al aprendizaje de otras disciplinas u otros estudios en general. Ganas de complicar en vez de facilitar. Alguien debe beneficiarse con este maremagnum, creo. Los estudiantes universitarios de Historia o de lo que sea, creo que no . Ya la cosa pasará receta. Pidamos que no sea cara
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