Aunque nuestro Don Quijote es obra maestra, incluso en lo humorístico, y no ser yo un especialista en literatura, ni en nada, me han venido esta tarde, fresquita y tranquila del verano gaditano, que me he quedado en casa descansando del ajetreo agradabilísimo de los últimos días, a la memoria, tres grandes escritores. Los que aparecen en el título.
Del inglés de noble ascendencia,léase hidalgo en Castilla y en castellano, hace muchos años leí una obra maestra de la literatura de humor general e inglés en particular. Me refiero a: Muy Bien Jeeves. Leíla y releíla. Todavía recuerdo al mayordomo, su casa y sus cosas, y me río. Humor finísimo. Del peruano, su obra titulada : La Tía Julia y el Escribidor, en la que Camacho, el escribidor que escribe folletines radiofónicos, termina confundiendo y mezclando los personajes de sus relatos y está a punto de enloquecer, con sus disparatadas historietas, a los oyentes de sus guiones. Carcajeante e inolvidable relato que no he vuelto a releer porque presté el libro; y ya se sabe : libro prestado.... Tal vez, si lo hubiese hecho, mi depresión no hubiese sido de larga duración. Compraré una edición de bolsillo de las que que tan buen precio tienen. Fútbol es fútbol y crisis es crisis. No obstante, seguiré leyendo mientras mi vista me lo permita y el señor don José Luis Rodríguez Zapatero también. No sé hasta dónde puede llegar, visto lo visto y padecido lo padecido. Desde luego, no lo culpo de mi depresión sobre la que campeo cual victorioso Rodrigo Diáz de Vivar, quien hobiesse sido gran vasallo si hoviese buen señor. Él sí tiene por Rey a un Gran Señor y , sin embargo, no es buen vasallo, sino feloncete. Feloncete de su Señor, le guste más o menos, llamado Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, Rey de España y de las Españas autonómicas, a quien Dios larga vida otorgue por el bien de todos los españoles y medioespañoles.
Del español, me refiero a Jardiel Pocela, no al Rey, he leído las obras completas que mi primo José Joaquín Prieto Álvarez de Toledo me prestó y leí a dúo, al alimón ,con mi mujer, en la cama y con Guillermete, en su cuna, a nuestro lado. Obras completas que, excepción que confirma la regla, devolví, una vez leídas y reídas a su legítimo dueño, mi primo antedicho.
Los tres escritores han influído en el modesto escribidor que escribe, para bien. Para mucho bien.
La risoterapia, tan de moda, si es producto de sal fina, es hipotensora. Si es sal gorda, hipertensora. Cuidado.
Aunque nadie me ha pedido consejo, aconsejo las lecturas más arriba citadas. Elevan el ánimo y son hipotensoras
Del inglés de noble ascendencia,léase hidalgo en Castilla y en castellano, hace muchos años leí una obra maestra de la literatura de humor general e inglés en particular. Me refiero a: Muy Bien Jeeves. Leíla y releíla. Todavía recuerdo al mayordomo, su casa y sus cosas, y me río. Humor finísimo. Del peruano, su obra titulada : La Tía Julia y el Escribidor, en la que Camacho, el escribidor que escribe folletines radiofónicos, termina confundiendo y mezclando los personajes de sus relatos y está a punto de enloquecer, con sus disparatadas historietas, a los oyentes de sus guiones. Carcajeante e inolvidable relato que no he vuelto a releer porque presté el libro; y ya se sabe : libro prestado.... Tal vez, si lo hubiese hecho, mi depresión no hubiese sido de larga duración. Compraré una edición de bolsillo de las que que tan buen precio tienen. Fútbol es fútbol y crisis es crisis. No obstante, seguiré leyendo mientras mi vista me lo permita y el señor don José Luis Rodríguez Zapatero también. No sé hasta dónde puede llegar, visto lo visto y padecido lo padecido. Desde luego, no lo culpo de mi depresión sobre la que campeo cual victorioso Rodrigo Diáz de Vivar, quien hobiesse sido gran vasallo si hoviese buen señor. Él sí tiene por Rey a un Gran Señor y , sin embargo, no es buen vasallo, sino feloncete. Feloncete de su Señor, le guste más o menos, llamado Don Juan Carlos de Borbón y Borbón, Rey de España y de las Españas autonómicas, a quien Dios larga vida otorgue por el bien de todos los españoles y medioespañoles.
Del español, me refiero a Jardiel Pocela, no al Rey, he leído las obras completas que mi primo José Joaquín Prieto Álvarez de Toledo me prestó y leí a dúo, al alimón ,con mi mujer, en la cama y con Guillermete, en su cuna, a nuestro lado. Obras completas que, excepción que confirma la regla, devolví, una vez leídas y reídas a su legítimo dueño, mi primo antedicho.
Los tres escritores han influído en el modesto escribidor que escribe, para bien. Para mucho bien.
La risoterapia, tan de moda, si es producto de sal fina, es hipotensora. Si es sal gorda, hipertensora. Cuidado.
Aunque nadie me ha pedido consejo, aconsejo las lecturas más arriba citadas. Elevan el ánimo y son hipotensoras
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