Dice ERC que el debate-oposición a las corridas de toros no es identitario. Ni ellos mismos lo creen. A otro perro, a toro no querrían, con ese hueso. Pretenden que comulguemos con ruedas de molino, que nos traguemos el toro embolado. Echan la responsilidad del debate a los defensores de los derechos de los animales. Todo, menos admitir la causa , cierta, de fondo : Su antiespañolismo y deseo ferviente de romper con El Estado español. Por muy farrucos, con fachada democrática, que se pongan no podrán evitar que en Cataluña, tierra de castillos como Castilla, siga habiendo aficionados a la fiesta española de los toros. Pobres los catalanes aficionados al toro bravo que puebla el ruedo ibérico, del que Cataluña, de los Pirineos abajo todos ibéricos, siempre formará parte. Solo un cataclismo que destruyera la cadena montañosa que limita, por el norte, la península los liberaría de tan " honorosa"condición. A lo mejor desean, los de ERC y separatistas catalanes ,que el cataclismo se produzca. Tan insensatos, son. También, supongo, prohibirían las corridas televisadas. No por nada identitario,sí porque pudieran herir sensibilidades. Sensibilidad a flor de piel como la del señor Carod Rovira, don José Luis, don Josep Lluís, para no herir su sensibilidad a prueba de bombas, no prodedentes de ETA, su democrática interlocutora. El cariancho tarraconense de madre aragonesa. El cara tan ancha como dura. El antiespañolista, el... prohombre catalán que tanto yerra.
De obtener, " democráticamente", sus objetivos, no tardaría mucho en aparecer otro : Prohibición, en territorio catalán, de la venta de productos derivados del cerdo ibérico, otro animal identificativo del Estado español. Cuando la venta se prohiba, si llega a hacerse, los catalanes antiespañoles y los no antiespañoles, pobrecitos lo que les espera, tendrían que viajar a las otras españas para deleitarse con el jamón de cerdo negro de bellota.A las otras españas, tan próximas a la suya. A su España catalana, o a su Cataluña española.
Anoche estuve hablando con un sensato gaditano que, por circustancias personales, marchó a Barcino, ciudad importante de la provincia hispano romana Tarraconense, a trabajar. Le pregunté, lleva en Barcino-Barcelona quince años haciéndolo, por la cuestión del enranciado, para antiguo de verdad la pertenencia de Tarraco, Barcino, Ilerda... a la España romana, asunto del sentimiento catalanista independentista. El hombre, preparado, agradecido a los catalanes y a Cataluña, me dijo, sin dudas, que la cuestión se veía desde fuera con mayor volúmen que desde dentro. Que era cuestión, no política, sino de los políticos, de ese grupo enfermizo que no está capacitado para solucionar las enfermedades de la sociedad española.
Una posible solución a los problemas, economía aparte, sería establecer una capital de España, itinerante. Cuatro años de capitalidad en Madrid. Otros cuatro en Barcelona. Los mismos en Bilbao o San Sebastián, no se vayan los de Donostia a molestar. Los mismos en Sevilla o en Granada, no se vayan granadinos, malagueños, cordobeses... a molestar. Un cuatrienio en Santiago de Compostela-La Coruña, como aquellas lejanas Cortes reunidas por el primer Habsburgo español, antes de marcharse para volver como Emperador mientras aquí, en Castilla, se rebelaban los Comuneros y aquí , en Valencia, hacían lo propio los Agermanados. Otros en Palma de Mallorca y otros en... Recorreríamos así la piel de toro, con toros o sin ellos, y todos contentos. Otros cuatro años en Pamplona. ¡ Qué pamplina ! . Con toros o sin ellos. Mejor con ellos. Así todas las españas, todas las regiones autonómicas españolas se sentirían realizadas con más arte. Con un arte muy ibérico. Muy español . Muy identitario.
Téngase en cuenta mi propuesta, no de ley. Sí muy abierta y liberal. Terminaríamos así con absurdos cantonalismos y se respetarían, aún más, los hechos históricos, culturales y lingüísticos de las muy competentes autonomías. Tal vez sea la solución del problema político español de una vez por todas. In saecula saeculorum. A usted, señor Rovira, le dejo la propuesta. Puede formularla en catalán o castellano. Pruebe. Desde luego, Diego Puerta, Paco Camino y Santiago Martín " El Viti", no creo que vayan a torear más en la Monumental de Barcelona Ni yo. Ojalá otros toreros corten allí y en las demás plazas catalanas orejas, rabos y patas. Que grandes faenas, plenas de belleza, hagan. Toreando con el arte que justifica al toreo.
De obtener, " democráticamente", sus objetivos, no tardaría mucho en aparecer otro : Prohibición, en territorio catalán, de la venta de productos derivados del cerdo ibérico, otro animal identificativo del Estado español. Cuando la venta se prohiba, si llega a hacerse, los catalanes antiespañoles y los no antiespañoles, pobrecitos lo que les espera, tendrían que viajar a las otras españas para deleitarse con el jamón de cerdo negro de bellota.A las otras españas, tan próximas a la suya. A su España catalana, o a su Cataluña española.
Anoche estuve hablando con un sensato gaditano que, por circustancias personales, marchó a Barcino, ciudad importante de la provincia hispano romana Tarraconense, a trabajar. Le pregunté, lleva en Barcino-Barcelona quince años haciéndolo, por la cuestión del enranciado, para antiguo de verdad la pertenencia de Tarraco, Barcino, Ilerda... a la España romana, asunto del sentimiento catalanista independentista. El hombre, preparado, agradecido a los catalanes y a Cataluña, me dijo, sin dudas, que la cuestión se veía desde fuera con mayor volúmen que desde dentro. Que era cuestión, no política, sino de los políticos, de ese grupo enfermizo que no está capacitado para solucionar las enfermedades de la sociedad española.
Una posible solución a los problemas, economía aparte, sería establecer una capital de España, itinerante. Cuatro años de capitalidad en Madrid. Otros cuatro en Barcelona. Los mismos en Bilbao o San Sebastián, no se vayan los de Donostia a molestar. Los mismos en Sevilla o en Granada, no se vayan granadinos, malagueños, cordobeses... a molestar. Un cuatrienio en Santiago de Compostela-La Coruña, como aquellas lejanas Cortes reunidas por el primer Habsburgo español, antes de marcharse para volver como Emperador mientras aquí, en Castilla, se rebelaban los Comuneros y aquí , en Valencia, hacían lo propio los Agermanados. Otros en Palma de Mallorca y otros en... Recorreríamos así la piel de toro, con toros o sin ellos, y todos contentos. Otros cuatro años en Pamplona. ¡ Qué pamplina ! . Con toros o sin ellos. Mejor con ellos. Así todas las españas, todas las regiones autonómicas españolas se sentirían realizadas con más arte. Con un arte muy ibérico. Muy español . Muy identitario.
Téngase en cuenta mi propuesta, no de ley. Sí muy abierta y liberal. Terminaríamos así con absurdos cantonalismos y se respetarían, aún más, los hechos históricos, culturales y lingüísticos de las muy competentes autonomías. Tal vez sea la solución del problema político español de una vez por todas. In saecula saeculorum. A usted, señor Rovira, le dejo la propuesta. Puede formularla en catalán o castellano. Pruebe. Desde luego, Diego Puerta, Paco Camino y Santiago Martín " El Viti", no creo que vayan a torear más en la Monumental de Barcelona Ni yo. Ojalá otros toreros corten allí y en las demás plazas catalanas orejas, rabos y patas. Que grandes faenas, plenas de belleza, hagan. Toreando con el arte que justifica al toreo.
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