La estrené ayer a pesar de recibir una mala noticia. Sobreponiéndome a ella , me puse chaqueta negra de hilo y pantalón gris a juego. Elegante que iba. Su color marfileño contrastaba con el de la solapa en la que relucía , destacándose hasta el punto de que varios conocidos a los que por las calles me encontré me preguntaron por ella. Por ella , por mi mujer y por mis hijos.Gente correcta , querida y curiosa a la que respondí con : bien y vosotros , en lo referente a la pregunta sobre mi familia y de varias formas en lo referente a la pregunta sobre mi reluciente y discreta insignia . Formas que se adecuaban a la idiosincracia de las personas que me preguntaban. A una de ellas le respondí que era la insignia de una nueva orden de caballeria : la de los nobles caballeros venidos a menos en lo económico pero llegados a lo máximo en honradez y dignidad. Que estaba muy satisfecho de la distinción que se me había otorgado y que defendería los principios caballerescos de la orden por encima de todo. Que estaba dispuesto a defender sus principios hasta derramar la última gota de mi sangre azul-celeste.
A otro persona dije que se trataba de un broche que le regalé , tiempo ha , a mi mujer y que utilizaba como digna tapadera de una quemadura que me había producido el tabaco de mi cachimba en la solapa.
A otra , con dolo evidente , que se trataría de broma de mis hijos. No me he dado cuenta de que la llevaba, le dije a alguien que no era merecedor de otro tipo de respuesta por sus escasos valores humanos.
A una cuarta persona , desconocida , que hiciese el favor de alejar su mano de mi insignia y de mi solapa. Que qué se había creído y que qué confianzas se tomaba con un desconocido. Vamos hombre ,¡ habráse visto! , le espeté y se alejó con el rabo entre las piernas el muy osado y desvergonzado.
A la vista de que la gente se paraba y no paraba de preguntarme por la medalla , decidí guardármela en el bolsillo porque insignias tan insignes no están hechas para mostrarlas en cualquier calle sino en lugares adecuados. Todos los días se aprende algo y ayer aprendí que mi medalla , de verano , al mérito inmerecido o desconocido no debe darse a conocer al vulgo y común de los mortales que no sabe ni entiende más que de nimiedades y vulgaridades.Si así ha sido con la medalla de verano , ¿ qué será con la de invierno ?. ¿ Qué será con las de otoño y primavera en caso de que me sean concedidas ?.¿ Qué habrá sido de mi propuesta al señor Rajoy sobre los nuevos im`puestos y gravámenes que pondrían solución a LA COSA ?. Con seguridad los habrá desestimado y echado al cajón del sasttre. Así , señor Rajoy , nada solucionará usted ni su gobierno. Hágame caso en mis propuestas revisionistas y , si lo cree oportuno , déme un ministerio. Por muy mal que lo hiciese , no lo haría peor que Montoro , De Guindos o cualquiera de sus ministros , sea mujer u hombre .Sea lo que sea , decida dármelo o no , mi falta de méritos oficiales y mi desprendimiento de condición quedarán patentes. Piénselo , señor Rajoy. Le contaré la verdadera historia de la concesión de mis medallas y los porqué de su nombre : LAS MEDALLAS AL MÉRITO INMERECIDO o desconocido ; como también se le conoce. Ánimo hombre , que pocas cosas hay peores que las que usted está haciendo por orden de la superioridad. En los actos oficiales de mi hipotético ministerio , cuando la situación la pintasen calva , sí , sin la menor duda, luciré mis medallas en mis solapas . Por parejas o por dobles parejas. Depende . Depende de muchas cosas...
Wilhelmus Alvarinus Toletanus para la editorial BEBE AGUA Y TOMA AIRE , con la esperanza de que don Santiago Celtibérico e Ilergete tenga a bien publicar este post como artículo .
2 comentarios:
Hola Guillermo, yo no tengo Ministerio que darte, pero con los poderes que me han sido otorgados, te voy a condecorar con otra medallita, te la concedo por: "Buen Literato", o lo mismo, al "Arte" que tienes para usar las palabras.
Un abrazo.
Gracias , Manuel, por las condecoraciones que me concedes y otro abrazo. Seguiré intentando hacerme seguidor de tu interesante blog. Antes o después lo conseguiré como conseguí mis medallas.
Guillermo
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