En mi casa paterna , de niño , se estaba subscrito al diario A. B. C. de Sevilla Era el periódico que leía mi padre y que traía el repartidor , dia tras día , a casa , echándolo por debajo de la puerta si la cancela estaba abierta. En caso contrario , lo echaba a través de la verja. Con anterioridad ,cuando viviamos en un piso de la calle Oriente de Sevilla , calle Luis Montoto según el callejero oficial de la ciudad en el que pasé mis primeros siete años de vida , el repartidor lo introducía bajo la puerta . Recuerdo las caras de aquellos hombres que eran puntuales cumplidores de su servicio y empleados de tan sevillano periódico al que , por aquellos lejanos años a los que me refiero , solo le hacía la competencia , en la ciudad y provincia , el Correo de Andalucía.
Mi relación con el periódico es , por consiguiente , añeja . Recuerdo , siendo ya jovencete y viviendo en casa sevillana no sita en la calle Oriente , las casi inmejorables crónicas taurinas de Díaz-Cañabate y las muy buenas crónicas de fútbol de José Antonio Blázquez. Más tarde , los escritos de Antonio Burgos cuando era menos radical de derechas y no como ahora que , aunque siga teniendo gracia en sus escritos , se ha hecho conservador en exceso. Cada uno evoluciona ideológicamente en un sentido u otro y yo lo he hecho hacia un pensamiento independiente del que tan satisfecho estoy . Sin duda , A. B. C. de Sevilla fue el periódico diario de Sevilla , porque las periodicidades y los periódicos no han de ser , de forma obligada , diarias y diarios ( aquí cabe especificar el género de aquellas y de éstos , creo yo , sin caer en cursilería alguna de expresión ) en el que me solté como lector. Aprender a leer , lo que se dice aprender , lo hice con sor Tarsila , mi primera maestra-monja en el colegio de la Sagrada Familia del barrio , tan sevillano como sevillista , de Nervión. Cuando el destino me trajo a Cádiz , con 26 o 27 años porque prefiero no hacer las cuentas , seguí comprando A. B. C. de Sevilla hasta que me percaté que no estar al tanto de lo que sucedía en la ciudad en la que vivía y sigo viviendo , podría tener sus ventajas pero , sin duda tenía , de igual forma, sus inconvenientes. Si , con frecuencia , la información no sirve para tanto como se cree ; la desinformación de lo que tan cerca de mí acontecía , tampoco era buena. En ése momento dejé de guardar fidelidad cotidiana al periódico fundado por don Torcuato Luca de Tena y Álvarez-Ossorio , aunque , de vez en cuando , lo leía con cierta frecuencia o periodicidad no diaria. Mi fidelidad absoluta y diaria quedó para mi conciencia, mi mujer y mis ideales.
¿ Quién me iba a decir que , con el paso del tiempo , A.B. C INTERESTELAR , que nada tiene que ver con el fundado por don Torcuato , iba yo a colaborar , desde el planeta azul , con el supracitado A. B. C. de tirada infinita por el Infinito y editado en el planeta rojo ?. Pués me lo dijo mi amiga Rosita Rojo por insinuación mía. Solo en Marte pueden los periodistas españoles encontrar trabajos en condiciones laborales no próximas a la explotación laboral a las que , la mayoría de rotativos , los someten. Hablando de periodistas ; ¿ Porqué en el programa Carrusel de la cadena S.E.R , que tan bueno fue siempre , se dicen ahora tantas tonterías y emite sonidos tan estridentes como inapropiados que dificultan oír en condiciones las noticias que ofrece ?. Lo preguntaré a Rosita Rojo que tanto sabe de deportes y casi de todo.
En el RECLAMO DEL GOURMET se está subscrito a A.B. C. de Sevilla y a A. B. C. de Madrid. En casa de don Justo de la Justicia Grande , también , aunque don Justo , por su justa condición , me dice que , en ellos , se escriben cosas no del todo justas. Es lo mismo que afirman doña Justina y Justita. pero la tradición , como las costumbres , hacen leyes : leyes de lecturas periodísticas. Recuerdo , los vejetes aunque seamos de incipiente senectud tenemos más pasado que futuro aunque algunos digan lo contrario sin querer ver ni asimilar la verdad , cuando , una vez que mi abuelo Pepe Pineda se vino a vivir con nosotros a Sevilla , le leía en A. B .C , por estar mal de la vista , le leía las crónicas taurinas en el patio de mi casa sevillana. Tiempos que no volverán pero que forman parte importante del escrbidor Alvarinus Toletanus , parte importante de mi vida . Pienso y creo que , si decido enviar este escrito a A. B. C. INTERESTELAR , le dará cabida en su edición de mañana . Aunque edito sobre la etiqueta titulada : RELACIONES Y ORIENTACIONES PÚBLICAS , éstas , desde el inicio de mi colaboración en A. B. C. INTERESTELAR, bien pudieran considerarse algo más que públicas : interplanetarias. RELACIONES INTERPLANETARIAS. Así romperíamos moldes terrícolas que tan caducos y podridos están en todos los aspectos.
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