Título con el que intento , de forma osada como cada vez que el escribidor escribe sobre escritores y maestros de la poesía tal es el caso , rendir mi modesto y pequeño homenaje a Antonio Machado.
Otro cuarto de siglo , año arriba o año abajo , después de que Machado naciese en el palacio de las Dueñas de nuestra ciudad de nacimiento , la de él y la mía , paseando de la mano de persona de confianza , ésta me enseñó , de forma consciente , el patio de Sevilla que recordaba Machado de su infancia y olí los frutos maduros del limonero que él habiá olido mucho antes en aquel huerto animándome , mi querido acompañante , a inspirarlos . Recuerdo , aún y a pesar de lo llovido desde entonces , las primeras palabras alusivas a Machado que mi compañero de paseo me dijo ayudándome a que en mi memoria infantil quedaran grabadas mientras , tras la verja del palacio de las Dueñas , miraba absorto el patio y los árboles oyendo el trino de los pájaros. Años después leería a Machado y su poesía y su literatura me encandilarían , perdurando mi encandilamiento hacia autor y persona hasta hoy.
Aunque sé que la expresión tres cuartos no es la más indicada para recordar el año de su muerte en Collioure al no ser poética y sí prosaíca aunque mensurable ; hago uso de la misma , adrede , intentando que se vea la abismal diferencia entre sus escritos , maestros, y los míos , que no lo son , y sí lo son de mero aficionadete a la literatura y escribidor que teclea con torpeza. De un escribidor que admira , con razón , su obra y al autor de ella . Tal vez me hubiese podido ahorrar la expresión tres cuartos de siglo pero utilizándola pongo aún más de relieve las palpables diferencias que hay entre un maestro ( don Antonio Machado ) y un escribidor aficionado ( Wilhelmus Alvarinus Toletanus ) que firma este texto setenta y cinco años después de la muerte de uno de los grandes poetas sevillanos.¡ Qué enormes distancias hay entre escritores y escribidores !.
1 comentario:
Me uno al merecido homenaje a la memoria y obra de D. Antonio Machado, cuya profunda huella en nuestra literatura es tan destacada como profunda y hermosa.
Un abrazo.
Mari Carmen.
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