María y Antoninus son amigos y ex-compañeros míos en la universidad de Cádiz. Los tres estamos ya jubilados , asunto que tocamos en la conversación a la que después aludiré. Vivieron , durante varios años , en un piso del edificio en el que Carmen-carminis y yo vivimos con anterioridad a la casa en la que lo hacemos desde hace una veintena de años. Fue Antoninus Gratiae quien me vio a mí , que estaba de espaldas tramitando recetas en el mostrador del consultorio de la calle PLocia , y me tocó en la cabeza. Por la forma de hacerlo supe que se trataba de viejo y buen amigo en el mejor sentido de ambos términos. Supe esto pero no quién pudiera ser la persona que me había reconocido . Al verlos , mi alegría fue ostensible por lo inesperada y por lo que hacia ellos siento y ellos saben muy bien.
Antoninus me invitó a un café y acepté gustoso . Charlamos sobre nuestra situación laboral de jubilados y sobre el estado y la marcha de la universidad española tomando como medida para el análisis el estado de degradación de la misma. Una cosa es estar agradecido de forma vitalicia y post mortem al comportamiento ejemplar que mis compañeros de departamento de la universidad de Cádiz tuvieron conmigo durante mi superada depresión y otra , muy distinta , es no tener ojos en la cara ni sesos en la cabeza para observar algo tan palpable , desde hace tiempo , como es la decadencia de la enseñanza universitaria tomando como eje o medida la situación , cuando menos poco boyante , de la de Cádiz. Recordando tiempos recientes citamos cosas y casos de nuestras épocas como profesores en ejercicio e incluso cosas actuales que conocemos mediante compañeros que siguen en activo. En detalles no entro aquí por no considerar mi blog el lugar adecuado en cuanto que otros específicos hay si se quiere analizar la situación , más que mala , al menos en lo que a los estudios en la facultad de ciencias de la educación y en la de filosofía y letras ( " las mías " ) concierne . Situación que yo defino así : no hay por donde cogerla. Ni por el talón de Aquiles o por el tendón del hijo de Tetis y Peleo , de Aquiles el Pelida.
Cambiamos pronto de tema de conversación porque cuando se ve que las cosas , y ésta en especial , parecen no tener arreglo de seguir por el camino por el que la universidad marcha desde hace tanto tiempo desoyendo voces dignas de ser oidas y no de ser ignoradas , lo más acertado es cambiar de tercio.
Pasamos , por tanto , al tercio de varas , dando algún que otro puyazo a la situación general del reino y , tras el tercio de banderillas , tomamos muleta y nos dispusimos a torear el morlaco entre risas , naturales y buenos pases de pecho. Salimos a hombros y quedamos en volver a hacer algún viaje provinciano con los amigos y comer en alguna venta bien situada en el paisaje y que ofrezca cosas interesantes en todos los sentidos. Aunque lo mejor es reunirnos y reirnos , lo que se tome y el lugar en el que se tome también tiene su importancia. Carolus Delicatus y Josephus Iurandum debieran tomar nota de la última idea expuesta.
Me despedí de María Rodericus y de su marido Antoninus Gratiae , carísimi amici , tras haber pasado un buen rato riéndonos , hablando con cabeza y sentido de la justicia , dándole las gracias por café y amena conversación y pensando que NUESTRAS VIDAS SON LOS RÍOS QUE VAN A DAR EN LA MAR.
Pensamiento tan clásico como cierto y Manriqueño.
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