Lo digo como aficionado al fútbol , cada día menos por motivos fáciles de comprender , aunque no escriba sobre la etiqueta de temas futbolísticos porque respeto mis promesas excepto si no veo
algunas cosas claras que hubiese debido ver antes de prometer algo. Error propio.
A los campos de fútbol , lugares a los que acude mucha gente y se sabe como es la gente , va de todo. Y entre este todo está quien no sabe de la a, a la zeta, de la alfa a la omega o de letra inicial a final del alfabeto del que se trate. Van , por tanto , abundantes analfabetos , aunque sean licenciados o doctores en esto o en lo otro , y , en cuanto tales , todo lo confunden por su falta de formación auténtica. Por su carencia de dignidad y de sentido común. Son los campos de fútborl , por tanto , puntos de reunióa de gente de todos los estilos y , entre estos estilos , el malo. A esta , en parte , impreparada y ciega asistencia se debe que el blanco se confunda con el negro y a éste, o al mulato tal es el caso del excelente futbolista Daniel Alves , se les lancen plátanos u otras frutas que comen los monos y los seres humanos que tan semejantes son . Los campos de fútbol , como otros campos , son lugares de reunión de gente obtusa y radical que demuestra su salvajismo de diferentes maneras. Una de ellas menospreciando a negros y mulatos por ser de color distinto al blanco que , en excesivos casos , se ha creído superior al negro. Una muestra más de que creerse superior a alguien por algo tan nimio como el color de la piel es tan estúpido como creerse superior a alguien por otras cosas ridículas. Bien hizo Alves comiéndose el plátano y no al lanzador de la fruta. Así demostró su superioridad como persona y que no es antropófago. El antropógago es el lanzador de la fruta . El hijo de fruta de los que tantísimos hay en los campos de fútbol y en todas partes pero cuya buena vara de medir son los campos de fútbol ; del negocio del fútbol que casi ha perdido su condición inicial de deporte,
1 comentario:
Ni una coma de más, lo has bordado, Guillermo.
El individuo que arroja un plátano a un gran deportista, se califica él solito. Es lamentable, indigno y demoledor comportamientos como ese.
¡Vaya tipo! Deberían ponerlo en primera página de la prensa para "penitencia", que se le reconozcan todos y se le caiga la cara de bochorno...Aunque me temo que la tendrá tan dura que será casi imposible la caída...Por supuesto, una merecida y ejemplar sanción también.
Abrazo.
Mari Carmen.
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