Marginando , que es lo que se merece , la figura del llamado pequeño o joven Nicolás y sin comprender cómo un individuo tan vulgarote y con cara de bobalicón ha conseguido entrar en los círculos a los que tuvo acceso sin saber cómo ni porqué , sí afirmo que no es el primero ni será el último impostor que tengamos que padecer en esta España en la que en demasía abundan a nuestra derecha , izquierda , delante o detrás.
Tenemos una escuela de impostores de profundas raíces históricas en cuanto que la sociedad española siempre ha sido buen caldo de cultivo para ellos.
Yo mismo he padecido alguna que otra vez a algunos de estos individuos hasta que , creo que con sutileza , los descubrí y desenmascaré. No los denuncié porque entrar en discusiones o en juicios con ellos no hubiese servido para nada ya que se hubiese tratado de un juicio entre partes desiguales. Incomparables de todas todas.
Uno de ellos tenía monomanía de grandeza y , al descubrirlo , se dio por ofendido . Faltaba más para que no se sintiese así el muy truhán inventor de historias increíbles .
Tal vez debido a mi escepticismo ante este tipo de gente , pienso que se me pudo dar otro caso parecido con el que corté de raíz. Se sabe que el gato escaldado del agua fría huye y el gato , en este caso , era el escribidor que escribe y firma ( yo ) la entrada o post como algunos la llaman sin hacer uso del término castellano. Las concomitancias y coincidencias en los casos en los que padecí la impostura y la supuesta impostura hasta percatarme de por dónde iba el cante eran muchas , No doy nombres por no merecer la pena dar los de los desgraciados impostores cuya osadía es comparable a la del pequeño o joven Nicolás, que amiga tan mona tiene o tenía : la pechotes.. Ellos , los otros impostores , megalómanos como Nicolás , también tenían sus respectivas pechotes . Las dos de rimbombantes apellidos aunque una más mona , joven y pechugona que la otra. A ambas conocí y pienso que antes o después terminarían descubriendo el tinglado que les montaron . En el caso primero así fue , en el sospechoso dudo de todo lo a él concerniente. En los dos casos , el del impostor y el del supuesto impostor , sus lugares de naturaleza eran extra-peninsulares pero sus lenguas maternas la castellana. Más no digo porque significaría dar pábulo a asuntos ya pasados y las aguas pasadas no mueven molinos,
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