La decisión no la he tomado a la ligera ya que antes de decidirme he hablado con Glaukopis y con mis hijos para tantearlos y ver si aceptaban mi idea de invertir los euritos que tenemos en el banco . La aceptación ha sido unánime y Glaukopis será la cocinera , que buena es , Guillermete el camarero , junto a otros que se contraten , reservándome yo , a pesar de mi depresión , el oficio de maître. Tendré que recordar mi francés que hace tiempo hablaba y habré de recurrir a Carmen hija y a Guillermo cuando en el comedor del pequeño restaurante entren personas anglófonas. Apurados nos veremos en el caso de que entren clientes de otras nacionalidades y que no hablen castellano , inglés o francés . Si son chinos o extremo orientales , punto que con facilidad notaremos por las formas de sus ojos , sus cabellos morenos y sus anchas y romas caras , esperemos entendernos con ellos en inglés porque en lenguas orientales estamos pez. El escribidor , aparte de su trabajo como maître , desempeñará , por su experiencia adquirida en EL RECLAMO DEL GOURMET , la misión de relaciones públicas a pesar de mis penas y pesares. La necesidad nos obliga a abrir el pequeño restaurante que esperamos no tener que cerrarlo al cabo de un año o antes. Sobre la calidad y variedad de los productos que se ofrezcan no hay la menor duda porque Glaukopis es una maestra ante los fogones y titulada . De la decoración , que nos encargaremos ella y yo , tampoco dudamos que no guste . A partir de las once de la noche y hasta la una de la madrugada , Guillermo Alvah , Guillermete o Guillermo , nuestro hijo , cantará solo o acompañado por los Predicadores . Pensamos que las canciones gustarán y serán un cebo atractivo para los clientes . La carta la pensaremos entre mi mujer , mi hija , mi hijo y yo , tratando de abarcar los gustos de las personas de todas las edades
Todavía no tenemos decidido el sitio en que lo abriremos pero con seguridad , si se puede ,cerca de casa y de cara al mar . Lo que sí tenemos decidido es que como no lo abramos , nuestros dineros escasearán hasta el punto de descender aún más en la escala social, asunto que me preocupa por el alto porcentaje de probabilidad que tiene. Espero que pueda iros contando el desarrollo de la cuestión . Sobre el posible nombre del restaurante todavía no hemos pensado nada . Lo dejaremos para lo último intentando acertar en él.
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