JUAN JOSÉ PADILLA VUELVE A TRIUNFAR EN LA MAESTRANZA

Ya , en otras entradas , he dicho que  el torero jerezano Juan José Padilla  no es artista de mis gustos taurinos. No obstante , he alabado sus enormes méritos y valores como diestro y como persona. La corrida de ayer en la Maestranza no la vi porque hace años que no piso la plaza de toros de Sevilla ni el albero . La última vez que lo hice , hace varios años y existiendo ya este blog , fue con motivo de una visita familiar a la Maestranza dirigida por  Caballero Maestrante. De ella hay una reseña , llamar artículo a las cosas del escribidor  creo que es salirse de tiesto y ,a partir de  entonces , no he vuelto a ir , desde Cádiz ,  tan bella plaza y ruedo. A tan   bella ciudad en la que vi las primeras luces no tan saladas como las de la ciudad , así mismo bella , en la que vivo y habito con discreción y , ahora , aún más que antes . Ayer , a Padilla y  al Fandi , la presidenta les robó una oreja , merecida , a cada uno según el comentarista de la Cadena Ser que escuchaba.  No fui al coso , por motivos justificados , pero sí escuché  la narración de la corrida.  La presidenta les birló , porque así puede adjetivarse  ,una oreja a cada uno tal acabo de escribir . Debe saber la presidenta que la primera oreja se concede a petición mayoritaria del público , que las pidió así en los dos casos , y la segunda es potestativa suya . No obstante , saltándose a la torera lo primero , petición mayoritaria , solo dieron la vuelta al ruedo sin orejas en manos. Y yo , que no fui testigo , opino que torear en las circunstancias en las que Padilla lo hace y torear , a su estilo , muy bien en palabras del speaker ,  merecían , cuando menos , una oreja . El Fandi , toreando a su forma pero bien , mereció otra aunque no toree en las condiciones en las que el torero jerezano lo hace. Birlar orejas no es actitud propia de presidenta de corrida de toros ni de presidente.  Pero  ambos   , ayer  sufrieron en sus carnes no cornadas de toros sino injusticias de la presidenta. Vuelvo a decir que me guío por lo que oí y leído en las crónicas.