En casa y sin cumplir mi obligación de escribir algo en los últimos días del año que se acaba de ir. No lo he hecho porque no he podido por mi estado. El año 2016 ha sido " ater " para mí : No solo por el fallecimiento de mi madre ; sino por la depresión, no causada por su muerte exclusivamente y los cuidados que necesitó y se les dieron , sino por vayan vosotros o ustedes a saber la causa última . Mi hija , sin ir más lejos en el plano familiar , viajó y sigue viajando por la provincia de Zaragoza y el Pirineo oscense. Otros amigos lo hicieron por otras regiones , hoy autonomías , españolas, mientras Carmen Glaukopis y yo permanecíamos en casa , a veces , con nuestro hijo Guillermo quien ha vuelto a ser testigo diario de mi depresión y creo que no la ha comprendido del todo a juzgar por sus dichos. Asunto que es menor porque otras veces ha sido todo lo cariñoso , con su padre, yo , que se puede y debe ser en todo momento. Hablando y escribiendo en plata , al menos así lo me lo parece , necesito del cariño de todos y ahora más que nunca.
La cosa es que he permanecido en nuestra casa sin apenas hacer nada más que darle vueltas a la cabeza en torno a mis problemas , que existen . Que casi toda las personas los tienen es algo que me duelen los oídos de oír comentar por parte de todos.; pero en eso , precisamente , radica mi enfermedad. Además , creo que , en realidad , los propios míos son de mayor enjundia. Qué le voy a hacer si así es la rosa de espinosa. Si así no fuese no se me habría desarrollado y diagnosticado la depresión.
Vuelvo a teclear sobre ella , a riesgo de caer en la monotonía que os puede llevar hasta la náusea , porque mi estado me lleva a ello sin descanso ni respiro. Pido perdón de nuevo y por no ponerme al teléfono cuando se llama a preguntar cómo sigo. Sigo igual de mal que el año pasado. No obstante no pierdo las esperanzas de mejoría sin viajar o viajando aunque no haya felicitado por el año nuevo a nadie. No obstante deseo a todos la máxima felicidad en el año que acaba de empezar .
En otro sentido comento que estoy leyendo , por préstamo de mi cuñado el mayor , la novela , de Juan Manuel de Prada , buen escritor de quien ya había leído otras y algunos artículos , titulada : El Castillo de Diamantes. Hasta ahora , voy por la mitad de ella , me está gustando el estudio y planteamiento que hace sobre dos figuras importantísimas de la Historia de España : Santa Teresa de Jesús y Ana de Mendoza , princesa de Éboli y duquesa de Pastrana como es sabido . Es a lo único a lo que le he hincado los ojos tristes que la depresión me da. No tengo más que mirarme en el espejo y verme.
Para mí , con depresión o sin ella como tanto tiempo he estado , el comienzo de un año nuevo nada indica. No obstante , ojalá el año 2017 fuese el de mi mejoría; entonces , sin la menor duda , sí lo indicaría y dejaría de ser " ater " para covertirse en " anno bonum ". Los latinazgos o latinajos , dicho co mayor corrección , siguen siendo de mi gusto aunque algunos merezcan palos. Más de la cuenta y a la vista están.
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