Las achaco a dos circunstancias muy dispares . Una a los zapatos que algo grandes me están porque son de un número superior al mío. Me los trajeron los reyes magos de Glaukopis y, por respeto a ella, me los pongo casi a diario con las plantillas correspondientes . Otra a la medicación que tomo por prescripción facultativa y en cuyos prospectos aparecen , como posibles efectos secundarios ,la posible caída y rotura de huesos . Hasta ahora no se me ha roto alguno. La tercera , a mi despiste natural que puede haberse agravado por los añitos que voy cumpliendo. Sea por una causa u otra o por las tres juntas , el resultado es que tropiezo con frecuencia y , a veces , me caigo , Unas veces las caídas son en la calle y otras en las escaleras de casa porque ni el ascensor ni el montacargas cojo al vivir en un primer piso y decir los entendidos en la materia que subir escaleras es bueno para la salud ósea y cardíaca. Siempre que me caigo voy solo y me levanto solo. Cuando voy con Glaukopis tropiezo pero no llego a caerme. Hasta ahora siempre me dado en la parte baja de mi rodilla derecha y , cuando más , me ha salido después un pequeño cardenal.
Precísamente hoy , viniendo del banco de Santander en el que hay una innovaciones a las que no veo las ventajas , me he vuelto a caer subiendo las escaleras de casa. Glaukopis oyó el golpe y me preguntó si me había lastimado.´Le respondí que no y empecé a escribir esta entrada en la que escribiré de otras caídas y errores cometidos a lo largo de mi vida , que ya empieza a ser larga en cuanto que camino de los setenta voy . Uno de ellos , y del que me arrepiento como de todos los que he cometido , demostrando mi error y rectificando en mi actitud hasta el punto de haber llegado a quererlo , fue el concepto que llegué a tener de mi suegro. Distan hoy y siempre sus conceptos, mucho, de mis ideas y planteamientos ideológicos , pero hasta aquí llega mi antigua inquina . A día de hoy tengo con él una relación óptima lo que Glaukopis agradece. Sé de los temas de los que puedo hablar con él y es lo que hago sin entrar en mayores profundidades . Otro fue el no haberme esforzado más en mi profesión intentando llegar más alto , oficialmente , en el desempeño de ella. Tal vez mi concepto del hombre fuese la causa de que solo me limitase a cumplir : cumplir bien , mas solo esto . Otro , de gran calibre , el haber confiado ampliamente en personas que no merecían mi confianza y , por tanto , algunos problemas me causaron. De estos no quiero dar nombres pero ellos , si me leen , saben a quiénes me refiero. Y otro , aunque muchos más hay , el no haberle dedicado a mis hijos el tiempo que les hubiese podido dedicar de niños. Errores de importancia que he rectificado como los sabios , sin serlo . Espero no segur cayéndome en la calle , en las escaleras ni en algún sitio . Hasta ahora puedo decir que el Gran Hacedor me ha echado una mano , mas de todo se puede hartar el Gran Hacedor omnipotente y romperme algún hueso en mis caídas que en nada se parecen a las tres del Señor, con la cruz a cuestas que veneran los llamados católicos , sobre todo en Sevilla. Espero y deseo no cometer más errores en mi vida ni caerme con tanta frecuencia.
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