Y tengo mis achaques propios de la edad . A veces pienso que muchos de mis antepasados directos no alcanzaron los setenta años. ¿ los superaré yo padeciendo , además , una depresión ? . No se , no sé, pero en el supuesto de no hacerlo , más que a mi propia muerte y de cómo puede presentarse ésta, temo por la situación en la que quedarán mi mujer e hijos y cómo se desenvolverán en un mundo tan distinto al que yo he vivido . No creo que queden muy bien , ojalá me equivoque , aunque yo no lo veré o lo veré desde otro punto de vista muy distinto al terrenal . El papeleo post morten mei , se unirá , estoy casi seguro , al dolor por mi ida del mundo en el que he y hemos vivido . Palparán entonces , los tres , los problemas añadidos a mi desaparición física , que no son pocos ni fáciles de resolver porque el papeleo es largo , cansino y cansado . No sabré si mi hijo Guillermo ( que periodista es aunque no ejerce ) ) ha terminado triunfando con sus músicas y ayuda a Glaukopis ; también desconozco en la situación en la que ésta quedará ni el futuro de la niña . Ahora mismo no sé nada de esto , pero me lo supongo y la suposición no me resulta halagüeña. Dios quiera que vuelva a estar equivocado y así no sea, pero , sin duda , ahora le temo más que a una vara verde por marchar el mundo por el camino que marcha.
No creo que , en el caso de , como temo , sus posiciones socio- económicas mejoren y puedan desarrollar sus vidas con el desahogo con el que lo han hecho mientras he permanecido junto a ellos ; desahogo simple porque mi sueldo como profesor universitario era el único que entraba en casa al no ejercer Glaukopis su profesión de maestra , muy bien, nada más que con sus hijos. Carmen niña tiene empleo fijo y lo debiera conservar por encima de todo dadas las circunstancias laborales como están . Más me preocupan la pensión que le pueda quedar a Glaukopis y el futuro de Guillemo . Ambas circunstancias personales y familiares merodean con continuidad por mi cabeza impidiéndome que la pequeña mejoría que aprecio en mi depresión , avance . Y me apeno y me entristezco con más frecuencia de lo habitual . No creo que esto sea algo malo , sino preocupación real . Argumentarme que el futuro es impredecible apenas me dice algo porque aunque impredecible , tiene mayor porcentaje de ser bueno o malo ; y en el caso que me ocupa lo veo más malo que bueno . Si no que venga Dios , El Gran Hacedor y lo vea , que lo ve , y se pronuncie. Él quiera que los achaques sean los mínimos y me conceda una buena muerte . Lo que venga después de ésta para ellos , para mí y para todo hombre viviente , no puedo asegurarlo , pero me lo imagino . Mis ojos ya no lo verán. Se dispone de unos pequeños ahorros y de una pequeña renta , pero el incentivo que cobraba de la Universidad de Cadiz , termina en junio del año que corre quedándome , entonces solo la pensión correspondiente y no sé hasta cuándo... . La situación , por tanto , es preocupante depresión propia aparte. ¿ Será esta la causa de fondo de mi depresión , unida a mis antecedentes familiares tendentes a caer en ella ? . Tampoco lo sé . Ya dije que solo sé que no sé nada como Sócrates dijo...
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