Por haberme ofrecido Tania y Gualterio colaborar en sus periódicos y por mi leve mejoría. A Colorín lo he encontrado más Colorado y a Rosita más Roja. Me han dicho , tras darle yo las gracias por su largo viaje y por todo lo que me han comentado en torno a la depresión , que están tan abesugados porque acaban de pasar tres días en las playas de Conil . Rosita me ha preguntado , en cuanto que admiradora es , por Guillermo Alvah y le he comentado que el sábado próximo canta y toca aquí al lado de casa: en el Pelícano . Me han prometido su asistencia , la cual provocará un revuelo de gaviotas nocturnas , de otros pájaros noctámbulos y de los propios asistentes cuando los vean . Ellos ya están acostumbrados a levantar revuelos entre la población terrestre porque no es la primera ni la segunda vez que aterrizan en Cádiz desde su lejano planeta . Guillermo cantará y tocará a partir de las once de la noche y éste es el motivo por el que yo he aludido a aves y pájaros nocturnos que revolotearán a su alrededor extasiados por sus canciones y sus sones. El escribidor , que había pensado bajar a pesar de ser para él una hora algo intempestiva debido a sus morigeradas costumbres actuales , se tomará una tónica sin ginebra porque la ingesta de alcohol de alta graduación no es lo más indicado para el tratamiento que , religiosamente , cumple . Religiosamente de acuerdo con su religión que tan distinta es a las existentes en el planeta azul y menos distinta a las creencias que se practican en el planeta rojo .
Sin que tenga nada que ver con religiones ni creencias , le he contado a Rosita y a Colorín mis prácticas y cortos viajes que , de joven , el escribidor hacía en bicicleta hasta la Casa Cuna de Sevilla. Todas las mañanas de verano , cuando me encontraba en la ciudad , me subía en bici y , aprovechando el frescor antes que el calor dijese aquí estoy yo , pedaleaba junto a otros niños amigos poniéndonos como meta la citada Casa . Otras veces , las menos , llegábamos pedaleando hasta el antiguo manicomio que acaban de empezar a derribar . Otro edificio al que yo iba en bicicleta algunas veces y , otras, como jugador de fútbol del equipo de La Escuela Francesa ,cuando se participaba en aquellos lejanos campeonatos , y que desaparece de la ciudad .
Hablando Rosita con Glaukpis , ésta nos propuso organizar otro viaje a Marte ya que ella no conocía el planeta rojo ni lo había pisado nunca. Es cierto que a ninguno había venido por pensar el escribidor que miedo le daría : no obstante , al no ser así , organizaremos , cuando mis circunstancias lo permitan , el pedido por Glaukopis ; las circunstancias a las que hago alusión son las mías y las climatológicas e interespaciales. No sé si Arturo Pérez pilotará la nueva nave o lo hará como simple tripulante de la que puede enviarnos Rosita Rojo para que nos desplacemos a su rojo planeta , que más rápida de desplaza por el Cosmos a velocidad que no alcanzan las naves de la Tierra. Las de Marte corren entre las estrella a velocidades supersónicas y audaces , muy superiores a las nuestras y muy inferiores a las naves de los recientemente descubiertos planetas en los que agua para dar y tomar hay. ; es decir , de sobra .
A mi primo José Joaquín , quien nos acompaño por propia voluntad en el primer viaje , todavía no le he hablado sobre el nuevo proyecto viajero porque éste no podrá realizarse hasta que yo me encuentre bien del todo y las circunstancias personales y generales que se dan en el planeta azul cambien a mejor . O sea , mejore yo más , hasta sanar , y mejoren bastante las del planeta azul. Pienso que las dos mejorías o mejoras van para largo. Prefiero no estar en lo cierto , pero dificultades aprecio .
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