Trataba de un viajecito que íbamos a hacer a Medina-Sidonia con mis cuñados , Manolo y Ana , y había escrito a priori. Tecleo ahora , a posteriori , y digo que en el escrito que dejé sin acabar hablaba sobre la antigüedad de la ciudad y del ajusticiamiento en ella , en el año 1361 , de la Reina doña Blanca de Borbón , mujer legítima del Rey don Pedro I de Castilla " el cruel " , quien la mandó ejecutar haciendo honor a su apodo. A la vez hablaba de nuestras idas a la localidad , Glaukopis , los niños y yo , con mis padres , a comprar dulces de la Trejas y de las monjas agustinas del convento de San Cristóbal. Ayer repetimos las compras de los productos comestibles típicos de las fiestas próximas y callejeamos por las cuestas de la ciudad hasta alcanzar , por empinadas calles y escaleras , el punto más alto. En la subida pude constatar que Ana , mi concuñada , es aún más medrosa que yo , que lo soy , y que Manolo , mi cuñado , es un hábil y consumado fotógrafo ; cuestión que sabía con anterioridad. Tan bueno es que yo , siguiendo sus consejos , soy capaz hasta de hacer buenas fotografías. Con esto digo casi todo lo bueno que se puede decir de él , que tanto es , y de Ana , de sentido común aplastante y , por tanto , de muy buena condición como persona . De mi cuñado puedo decir , además , lo que no es poca cosa , que pinta muy bien cuadros que reflejan las calles , plazas y atmósfera húmeda de Cádiz y la menos húmeda de Sevilla. Tras comer en lugar que no me convenció en algún sentido excepto en el de la amabilidad de los camareros que nos sirvieron , volvimos a callejerar y callejeando entramos , casi sin darnos cuenta , en el interesante y rico museo arqueológico de la ciudad . Antes habíamos visitado el ayuntamiento donde un joven y agradable licenciado en arte nos explicó los cuadros que colgaban de la sala capitular. Visita más turística que otras anteriores y que me permitieron disfrutar , reviviéndola , de la antigüedad e importancia de la vieja Assido Caesarina . A la vuelta nos dejaron en casa . Esperábamos a unos primos de Carmen , Mari Carmen Cumbre y Antonio Sanjuan , con los que volvimos a pasar un buen rato . Son , asimismo , personas encantadoras . Vinieron con su hija Carmencita , tocaya de la nuestra .
No hace falta decir que a Ana y a Manolo les dijimos que si querían venir a casa no tenían más que presentarse.
El viajecito , sugerido por Manolo , lo hice porque algo mejor estoy . Mi leve mejoría me permite disfrutar más de los buenos ratos como los que pasé en Medina Sidonia y , después , en casa . Gracias a todos estos miembros de mi familia política.
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