El escribidor se ve obligado a decir , incluso antes de continuar con la segunda parte del crimen , que este relato es producto del deseo , no anhelo , de obtener una mayor difusión y lectura del blog. La casi plena desaparición de entradas sobre el tema capital , la reiteración de asuntos en los que se trata el problema catalán , más las etiquetas en las que se vierten opiniones o sentimientos que a pocas personas pueden importar , tal vez sean las causas de que el blog se consulte y lea menos que con anterioridad.
Dicho lo cual , continuo tecleando sobre la segunda parte del execrable crimen.
Varios fueron los agentes de policía que intervinieron para aclarar la extraña muerte de Eufrasio. Destacan entre ellos los inspectores Augusto Bala y Calixto Pistola , ambos directores-jefes de las investigaciones ,los cuales , con presteza, marcharon a los bares de copas largas próximos al edificio en el que Eufrasio vivía .
Descubrieron allí que la víctima era bebedor empedernido y sin freno hasta el punto de alcanzar diariamente niveles muy cercanos a los que se suelen llamar cogorzas. En cinco palabras : que las cogía a cuadritos También supieron que había sido dueño de una tienda en la que se vendían motos, ; tienda que fue al garete a causa de la crisis a la que yo siempre llamo COSA porque , aunque mucho se ha hablado y teorizado sobre ella , nunca se ha logrado saber , a ciencia cierta , qué es o qué era ni en qué consiste o en qué consistió.
Mediante preguntas a los dueños , camareros , personal de servicios en general y clientes de los bares de copas largas en particular llegaron a conocer la vida y milagro de Eufrasio y concluyeron que bebía de la forma en la que lo hacía por algún motivo . A las dos semanas de investigación ya habían averiguado cuestiones que se pueden resumir en importantes avances encaminados a la detención del desalmado criminal . Lo del móvil del hecho estaba más obscuro pero sobre él los agentes aportarían luces que lo irían aclarando e iluminado de forma paulatina.
Llegaron incluso a conocer , algo que todo el mundo ignoraba , que Eufrasio tenía un hermano llamado Eutropio . Mediante él se llegó a saber que bebía a causa de la mala marcha económica , por ausencia de ventas , que atravesaba el negocio ; probable motivo de la aparición de tendencias suicidas en Eufrasio.
Bienes poseía pero la ausencia de liquidez contribuyó a que la idea de suicidarse aumentara.
No obstante , seguía sin saberse quién había cometido el crimen aunque varios sospechosos sí que había Destacaba el dueño de un bar de copas llamado LA ÚLTIMA , el cual no había podido presentar coartada creíble ya que no era hora , en la que el crimen se cometió , para andar deambulando de un sitio a otro , como dijo de forma dubitativa , con lo que llovía y sin recordar los lugares por los que deambuló ni dar nombre de calle alguna. Por consiguiente , los inspectores dedujeron que o estaba como una cuba o probablemente era quien asestó la puñalada en el corazón de Eufrasio.
Otro de los sospechosos para los agentes era el propio hermano de Eufrasio, Eutropio , quien no había podido demostrar qué estaba haciendo en la infausta hora del asesinato. De ser él el autor del crimen se trataría de un fratricidio con todas las de la ley como la gramática , la etimología y las propias leyes dicen.
Otras personas de las que la policía sospechaba había , si bien era menos probable que ellas fueran las autoras del homicidio.
El dueño y gerente de LA ÚLTIMA , apellidado Callejón , de primero , y de la Calle , de segundo, se llamaba de nombre de pila Cipriniano , no Cipriano . Cipriniano presentaba siempre una expresión de adustez sospechosa en los interrogatorios y por eso mismo los inspectores Pistola y Bala no cejaban en su intento de cogerlo en algún renuncio y esposarlo en cuanto que era , casi con seguridad para Augusto , para Calixto y para cualquiera que relacionado con la investigación estuviese , más que sospechoso. Era acusado pero todavía no esposado. Todo llegaría en su momento y éste fue cuando Cipriniano Callejón dijo que había visto , en su paseo nocturno, cuyos nombres de calles repitió que no recordaba , estrellas en el cielo y en mar. En la noche de autos el cielo se hallaba entoldado y totalmente cubierto de nubes. Llovía a mares aquella noche por lo que el acusado , a no ser que mojarse quisiera , mentía .
Mentía Cipriniano como un bellaco .
Queda usted detenido , Cipriniano , dijo el inspector Pistola ordenando que lo esposaran de inmediato.
El móvil del crimen fue el económico ya que Cipriniano averiguó , por conversaciones mantenidas con Eufrasio , dónde guardaba sus ahorros el vejete.
Sin duda Cipriniano le hizo un favor a Eufrasio ya que éste no quería seguir viviendo . Pensaba en su suicidio , sin decidir de qué manera llevarlo a cabo , cuando el asesinato se produjo.
Cipriniano , viéndose acosado , confesó el crimen y dijo que advirtió en Eufrasio deseos de que pusiese fin a su vida . Lo reconoció y se lo agradeció a Cipriniano antes de exhalar el último aliento pulcra y elegantemente vestido con un batín escocés a cuadros , también escoceses , que apenas se manchó con la sangre derramada.
Cipriniano solo encontró mil euros dedicados , era lo más probable , a catar Eufrasio las últimas tónicas con ginebra , el último whisky y las últimas copas largas y duras de su vida . Creía que en la casa habría más dinero . El crimen le costó a Cipriniano diez años de cárcel , pero el favor que le hizo a Eufrasio fue menudo.
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