No a la Libia del coronel Gadafi , la que visité como periodista - reportero obedeciendo órdenes de don Hugo de la Guerra y de la Paz , eximio director que fue del afamado diario LA VOZ DEL ENEMIGO; sino a la Libia de no sé quién manda y gobierna. Sus más de millón y medio de kilómetros cuadrados de superficie , muy poco poblados en cuanto que buena parte de ellos son desierto del Sahara , dan para mucho y siempre dieron. En especial los territorios costeros del Mediterráneo y sus pozos de petróleo
Las antiguas Cirenaica y Tripolitania romanas son ahora un avispero de intereses y de interesados en su dominio y gobierno.
Una vez desaparecido Gadafi , derrocador de la monarquía del Rey Idris I en el año 1969, el caos se apoderó del territorio y , hasta ahora , Libia no ha conseguido levantar cabeza. Tal vez logre levantarla tras mi visita pero lo dudo mucho. Si antes fui a Libia como reportero de la VOZ DEL ENEMIGO , lo hago ahora como periodista de LA ALBORADA EN EL SENDERO , con el fin de que con mis artículos en prensa y mis conferencias logre implantar la paz y la concordia entre judíos , árabes y palestinos; cuestión delicada y nada fácil.
He visitado , en este segundo viaje , Leptis Magna, cuyo anfiteatro me ha impresionado , la propia Trípoli , Bengasi , Misrata y Tobruk. No creo que olvide alguna porque inolvidables son todas .
Conseguí salir vivo del avispero libio tras visitarlas , fotografiarlas , como un chino cualquiera cámara en ristre , a pesar de los entripados que pasé y que ni al talón llegan los que me ocurrieron en anterior viaje por los arenales desérticos libios. Los lectores a los que les puedan interesar los que fueron y en qué consistieron estos malos ratos pueden visitar los escritos del escribidor que aparecen en la etiqueta titulada : SOBRE GADAFFI Y SU LIBIA.
Nada bueno para mi estado y mis añitos fueron los entripados que me ocurrieron en Bengasi y en Misrata , ciudades en la que los tiros me ensordecieron o en Tobruk donde se produjo una ensalada de tiros , bombas y bombardeos destructivos que me trajeron a la memoria los ocurridos durante la II Guerra Mundial entre el eje Berlín-Roma- Tokio y los aliados. En varias palabras : que estuve rodeado de tiros que casi me dejan frito.
A pesar de ello , buen recuerdo conservaré de los monumentos que salpican toda la costa Mediterránea , ya vistos en anterior misión periodística , aunque mis buenas palabras, escritos e intenciones no hayan podido imponer la paz en aquel bello territorio. Ni yo ni creo que nadie lo conseguirá en un plazo corto o medio porque el dominio de los pozos de petróleo y su producción son intereses y bienes ansiados por musulmanes y cristianos occidentales.
De los tiroteos y bombardeos que allí están a la orden del día salí casi indemne. Solo un rasguño en el cuello y otro en la pierna derecha sufrí. Me atendieron de las heridas en el Hospital Central de Trípoli momentos antes de que unos aviones sin bandera bombardearan la ciudad y se oyeran las sirenas. Pasado el peligro , el equipo médico que me atendía siguió haciendo sus menesteres en mi cuerpo como si nada.
Una vez vendadas las heridas y con el alta en la mano atravesé el Arco de Marco Aurelio varias veces hacia el norte y las mismas hacia el sur sin saber bien hacia qué lugar dirigirme mientras hacía tiempo para entrevistarme con el alcalde de la ciudad ( Abdulrauf Beitemal ) al cual habían puesto en libertad sus raptores recientemente . La finalidad de la entrevista era , como se puede uno imaginar , lograr pacificar zona tan alterada . Labor que no fui capaz de llevar a buen fin sin encomendarme a Dios ni al diablo ni al mismísimo Mahoma , sino teniendo solo fe , sin frutos , en mis palabras pacificadoras . Como éstas no lograron establecer la ansiada paz , y en medio de otro bombardeo , decidí abandonar el país y volar a la península desde el Aeropuerto Internacional de Trípoli. En España no había bombardeos pero sí injusticias sin número , sediciones y trampas de todo tipo entre las que destaco las de los políticos y las de cazar leones. De todas formas era , al menos , lugar más seguro y mi país de nacimiento
El vuelo , tal vez por proceder de la nación de la que procedía , nada tuvo de tranquilo ya que un pasajero sufrió un infarto del que fue atendido por otro pasajero médico ; y a una azafata se le torció el tobillo derecho por el susto y las turbulencias a la que el mismo médico atendió cuando finalizó su atención al infartado
Dando turbulencias y vaivenes en el aire , el avión de la compañía aérea Afriquiya atravesó el mar Mediterráneo en dirección oeste logrando tomar tierra en Barajas donde una ambulancia medicalizada esperaba al señor víctima de infarto que se llamaba Antonio Tuñón de Guevara . Igual que el malo , otros hay , de la serie: AMAR ES PARA SIEMPRE que emite antena tres a las cuatro y media de la tarde. El mismo apellido tenía aunque pertenecía a otra rama como él me dijo a pesar de que exánime estuviese.
El médico bajó del avión acompañado por la guapa azafata que se había torcido un tobillo y lucía buena facha y bella cara en la que destacaban unos ojos verdes y grandes. Con ella tomó un café y quedaron para salir. Ambos eran jóvenes ...
Yo , desengañado y tristón , me embarqué en el primer vuelo que iba a Sevilla para hacer a Tania y a Gualterio sabedores de mi fracaso, como intermediador , en aras de instaurar la paz en los países ribereños de las costas meridionales , africanas y asiáticas del mar Mediterráneo. Buscando la paloma que simboliza la paz recorrí Túnez , Libia ( sobre todo ) , la franja de Gaza , Israel , Palestina , Siria y el Líbano ; sin encontrarla .
No era la primera ni la segunda vez que Wilhelmus pisaba el continente africano y el asiático . Creo que ésta sí será la última aunque nunca se pueda decir que de este agua no beberé. En los desiertos se encuentran pocas y hay que beberlas si sed se tiene y potables son. En los países en los que estuve muchos desiertos había y muchos moros de la morería.
Wilhelmus scripsit in apparato veteri o lo que es casi lo mismo : Guillermo escribió en el viejo aparato.
Wilhelmus scripsit in apparato veteri o lo que es casi lo mismo : Guillermo escribió en el viejo aparato.
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