Ya lo tenemos en Andalucía el virus también conocido con el no menos sonoro nombre de virus Covid-19 . Hay que ver cómo se las trae y se las lleva . En un santiamén , en menos que canta un gallo , se ha dado un caso en Sevilla y las mascarillas faciales han aumentado sus ventas en la farmacias . Tanto que se han agotado .
Confieso que aunque cercano se haya dado el primer caso, en mi ciudad de nacimiento , no le tengo miedo . Tal vez la ausencia de temor se deba a mi irresponsabilidad , pero así es.
De poco me sirve saber que es el primer caso autóctono que se produce en España . Más que de poco, diría que de nada .
No se vayan otras regiones autonómicas, como la catalana , a creer que con las mesas se arregla todo. Depende de los que tomen asiento en ellas y de los asuntos y temas tratados .
Leo en el periódico El País que con el caso de Sevilla los expertos consideran que el patógeno (¡ que cursi resulta hacer uso de esta palabra ! ) circula desde hace días sin ser detectado . Los expertos que no han sido capaces de detectarlo demuestran que no son tan expertos en la microscópica materia .
Ya dije en otras entradas que nadie sabe nada y hablé de la fugacidad del tiempo que más que avanzar huye . De igual forma escribí sobre la dificultad de hacerse con la verdad a la que califiqué de inasible .
Lo de avanza y sigue avanzando son términos futbolísticos que el escribidor oía , de muy niño , cuando escuchaba los partidos en la radio. Niñez lejana que marchó como se marcharon la juventud y los años de madurez si los hubo.
Ya tenemos el coronavirus en la región mas sureña de España . Era de esperar que de un momento a otro apareciese el Covid-19 entre nosotros , aunque es cierto que no me lo esperaba tan pronto .
Quizá la circunstancia de haberse dado aquí , a muchos kilómetros de distancia de China , el primer caso pueda indicar que en la rapidez del contagio radica la gravedad , si la tiene , del coronavirus de Wuhan . Puedo afirmar , esto sí , que se extiende como la pólvora . La tenga o no , tomaré mis medidas para hacerle frente con todas las fuerzas de las que disponga . No todos los virus se expanden como el coronavirus . Por algo tienen coronas , visibles a través de los microscopios y otros aparatos más modernos y sofisticados . La que se puede formar con él . La de San Quintín , célebre batalla de mediados del siglo XVI , quedaría a la altura del betún si el virus adquiriese mayor porcentaje de mortalidad . Seguiré escribiendo sobre el raudo virus si las circunstancias lo requieren . Esperemos que no.
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