Lo acompañaría , es probable , el correspondiente tsunami o grandes olas . Lo más aconsejable y deseable es que no se produjera el maremoto porque de poco serviría el plan proyectado por el consejero de presidencia , y otros cargos de la Junta de Andalucía, señor Bendodo , aunque en otras partes de España, en sus autonomías regionales , no se haya planificado algo al respecto . Alguien tendría que ser el primero , ¿ verdad señor Bendodo ?
El agua , si fuese muy intenso el movimiento del mar y el epicentro no se encontrara a mucha distancia de la costa ni fuese muy profundo , lo mejor que nos podría pasar sería que Dios nos cogiera confesados. Las normativas o consejos a la población costera de poco valdrían . El agua arramblaría con todo o con casi todo y nos transportaría , ahogados , sobremanera a los que vivimos en primera línea de playa, al otro mundo . Dios quiera que esto no se produzca a lo largo de nuestras vidas . Vivirlo sería algo horrible .
Por ello , le pido y le ruego a don Elías Bendodo que atine muy bien en sus proyectos tendentes a las hipotéticas salvaciones y prevenciones del fenómeno marítimo . No todos vivimos al borde del mar y no todos tenemos , ya y por unos motivos u otros , coches que nos ayudasen a huir de las aguas encabritadas y salidas de su lugar natural .
Hace ya tiempo que un maremoto-terremoto asoló la ciudad de Lisboa dejándose sentir en Cádiz . Sucedió el desastre el día 1 de noviembre de 1755 y algunas mujeres , atemorizadas y embarazadas, dieron a luz en las calles o en las iglesias donde se hallaban .
No voy a relatar los daños causados en lo que hace a derrumbes o caídas de edificios, número de muertes , u otros aspectos de la catástrofe , sino a decir que contra las fuerzas desatadas de la naturaleza hay poco o nada que hacer . Tan solo hago mención a los problemas surgidos a parte de los hombres de mediados del siglo XVIII sobre la fe que se tenía en la existencia de un Ser Superior.
Por consiguiente, se le agradecen al señor Bendodo las buenas intenciones , pero vuelvo a decir que Dios nos coja confesados en el supuesto de vivir junto a la playa que es el lugar en el que se levanta la casa en la que habito.
Sé que las costas de Huelva y de Cádiz serían las más afectadas . Tal vez en algunas de ellas el plan proyectado por don Elías tuviese efecto , pero en el sitio en el que vivo estaría condenado al fracaso más estrepitoso . Espero que mi muerte no se produzca por ahogamiento acuático y sea de otra manera . Ser víctima de un tsunami no lo preveo ni sería la mejor forma de morir. No es algo sanamente ni insanamente envidiable .
Desde el año de 1755 hasta el de hoy ha llovido bastante , han ocurrido muchas cosas y en buen número ocurrirán . Entre ellas no creo que esté que se produzca otro nuevo maremoto aunque la zona de El Golfo de Cádiz sea proclive a ello . No ha de ser , a la fuerza , así. Todos podemos morir de manera distinta , pero vivir con miedo o temiendo que se produzca un tsunami debe ser lo último. Me voy a mirar el mar . He vuelto tras verlo tranquilo.
Gracias de nuevo , señor Bendodo , por la parte que me corresponde . Ser agradecido es indicio de ser bien nacido . Al menos es lo que se dice. No hay cosa más preciada que disponer de un plan o proyecto de prevención para maremotos , tsunamis , terremotos ...Sobremanera si Andalucía es la primera autonomía que lo tiene . En algo la región andaluza debiera destacar aparte de los servicios y de los vinos.
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