Lejos de mí está compararme con mi tocayo Shakespeare en algo , pero que la noche de otoño parecía , por la temperatura , que era de verano es una verdad como un camión ; y el sueño , tal vez facilitado por circunstancias que conozco , el que sigue cuyos protagonistas fuimos José Álvarez de Toledo Dubois , primo hermano de mi quinto abuelo , como sabemos , y yo : el escribidor Wilhelmus Alvarinus Toletanus Pinaster , quien comenzó a escribir una novela acerca del citado José A. De Toledo Dubois hace tiempo y aparcada en sitio adecuado de la casa está pensando continuarla .
Caro sobrino , me dijo nada más sentarlo a mi lado : muchas gracias por descolgarme y por mirarme con cariño cada vez que por mi lado pasas. Las mismas gracias por haber empezado a escribir una novela sobre mi aventurera , larga y compleja vida sobre la que yo tanto pienso desde mi sepultura parisina y desde el lugar en el que me has colocado en tu casa desde el que miro y remiro las aguas del mar tan amadas y a las que tanto quise surcándolas en diversas latitudes y longitudes del planeta azul habiéndolas conocido de todos los colores como conocí a hombres de tantos colores y de corazones y culturas tan dispares las de unos con respecto a las de otros.
Mantienes , tío Pepe , a pesar de tu liberalismo encubierto a veces , ciertos aires de pronunciación y construcción de frases y giros decimonónicos propio de los años en los que viviste.
Es natural , querido Wilhelmus , en hombre que aquellos años y en aquella época vivió. Más natural que la gente de procedencia campesina que adopta usos y giros lingüísticos poco acordes con sus orígenes y que les sientan como a un santo dos pistolas. El villano está en pleno derecho a abandonar su villanía pero renegar de sus orígenes es una indignidad crasa y lamentable. Ser villano de orígenes y escalar en lo social no debiera ser motivo de oprobio sino de sano orgullo por lo logrado si es que este logro se ha conseguido con buenas artes. El habla y las expresiones delatan orígenes y todos , en el caso de serlos , pueden ser dignos. La naturalidad culta es un grado y siempre fue y , creo que debiera seguir siéndolo , elegante. Lo cursi me es abominable. Lo siento pero así lo veo , querido sobrino. Puede alguien salirse de su tiesto pero hay que saber salirse con estilo y clase , algo que se echaba de menos antes y más se echa ahora.
Fue entonces cuando me desperté pero hubiese querido seguir soñando. Tal vez otro día lo haga y recuerde lo soñado . Ojalá no sea con don Francisco Granados u otro político , de los que tantos hay , de tan baja estofa pero a los que no se les cae la cara de vergüenza porque carecen de ella. De vergüenza , no de cara que todos tienen y no hay más que verlas para intuir o saber cómo son y lo que pueden dar de sí . No comprendo el porqué los responsables de los nombramientos no ven lo que es evidente para cualquier persona. Tal vez porque los responsables de los nombramientos sean parecidos a los nombrados.
Al ser noche cálida , me levanté a fumarme una pipa y , entre las estrellas del cielo azul , en la terraza de casa , oí la voz de tío Pepe matizada por una pronunciación del castellano de raíces y sones caribeños que , desde el testero en el que cuelga su litografía , me llamaba. Lo descolgué y me lo coloqué en la silla de al lado para entablar con él la siguiente conversación que mantener deseaba y había encontrado , en aquella calurosa noche más veraniega que otoñal , la ocasión pintiparada para mantenerla y decirme alguna cosa que otra . Dichos y conversación soñadas , lo he sabido al despertarme , que no pierden un ápice de sinceridad y , por lo mismo , pienso enviarla a la sección ENTREVISTAS SINCERAS DE EL PERIODICUS , por si don Máximo tiene a bien publicarla en el rotativo que dirige.
Caro sobrino , me dijo nada más sentarlo a mi lado : muchas gracias por descolgarme y por mirarme con cariño cada vez que por mi lado pasas. Las mismas gracias por haber empezado a escribir una novela sobre mi aventurera , larga y compleja vida sobre la que yo tanto pienso desde mi sepultura parisina y desde el lugar en el que me has colocado en tu casa desde el que miro y remiro las aguas del mar tan amadas y a las que tanto quise surcándolas en diversas latitudes y longitudes del planeta azul habiéndolas conocido de todos los colores como conocí a hombres de tantos colores y de corazones y culturas tan dispares las de unos con respecto a las de otros.
Mantienes , tío Pepe , a pesar de tu liberalismo encubierto a veces , ciertos aires de pronunciación y construcción de frases y giros decimonónicos propio de los años en los que viviste.
Es natural , querido Wilhelmus , en hombre que aquellos años y en aquella época vivió. Más natural que la gente de procedencia campesina que adopta usos y giros lingüísticos poco acordes con sus orígenes y que les sientan como a un santo dos pistolas. El villano está en pleno derecho a abandonar su villanía pero renegar de sus orígenes es una indignidad crasa y lamentable. Ser villano de orígenes y escalar en lo social no debiera ser motivo de oprobio sino de sano orgullo por lo logrado si es que este logro se ha conseguido con buenas artes. El habla y las expresiones delatan orígenes y todos , en el caso de serlos , pueden ser dignos. La naturalidad culta es un grado y siempre fue y , creo que debiera seguir siéndolo , elegante. Lo cursi me es abominable. Lo siento pero así lo veo , querido sobrino. Puede alguien salirse de su tiesto pero hay que saber salirse con estilo y clase , algo que se echaba de menos antes y más se echa ahora.
Fue entonces cuando me desperté pero hubiese querido seguir soñando. Tal vez otro día lo haga y recuerde lo soñado . Ojalá no sea con don Francisco Granados u otro político , de los que tantos hay , de tan baja estofa pero a los que no se les cae la cara de vergüenza porque carecen de ella. De vergüenza , no de cara que todos tienen y no hay más que verlas para intuir o saber cómo son y lo que pueden dar de sí . No comprendo el porqué los responsables de los nombramientos no ven lo que es evidente para cualquier persona. Tal vez porque los responsables de los nombramientos sean parecidos a los nombrados.
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