Aunque don Máximo de la Serena y Monterrubio de la Serena se pronunció al respecto del virus del ébola en la entrevista que le hice para el periódico de su digna , en este caso cierta , dirección hace pocos días coincidiendo yo con sus opiniones duras y sinceras cual corresponden a la sección de EL PERIODICUS en la que escribo ; manifiesto hoy mi opinión personal sobre el asunto en cuanto que cambios se han producido en él y así me la ha pedido don Máximo
Si digo que la delicada cuestión se ha llevado muy mal por parte de los responsables gubernativos , no digo nada nuevo coincidiendo con la opinión mayoritaria excepto con la de parte del gobierno y con la de parte de los defensores de él. Ya se sabe , de los defensores de mantenerla y no enmendarla aunque las medidas adoptadas fallen más que una mala escopeta de puesto de feria. ¡ Qué le vamos a hacer si así es la cosa !
Echarle parte de la culpa de lo ocurrido o acusar de negligencia a la hasta ahora mayor damnificada en España por el temible virus , la auxiliar de enfermería doña Teresa Romero Ramos , es una malandrinada propia de malandrines como diría don Alonso Quijano. Sin embrago , eso han dicho algunos cuyos nombres recordar no quiero . Como sigamos con este sentido de lo justo y de la justicia , y muerto el perro Excalibur se acabó la rabia,( ojalá ) vamos a volver a ser el hazmerreìr , mejor quedaría el hazmellorar , de otras naciones a las que tanto tememos y seguimos sus pasos porque ellas son las que nos los marcan como si todos los españoles fuésemos igual de ineptos que otros . Hago uso del vocablo inepto por dulcificar y con la buena intención de no herir a nadie.
Yo , de manera espontánea e independiente acorde con el encabezamiento del blog , me pregunto si los sacerdotes misioneros repatriados desde África enfermos de ébola , personas admirables como en sus vidas demostraron , don Miguel Pajares Martín y don Manuel García Viejo , vinieron a ser atendidos en hospitales españoles por propias voluntades o por bien intencionada obligación impuesta por las autoridades sanitarias españolas. Tal vez se sepa , pero yo no lo sé. En caso de que se trajesen a España a petición de los sacerdotes misioneros , nada tengo que decir sobre la cuestión en cuanto que , como personas dignas del mayor de los respetos , en su perfecto derecho estaban a ser atendidos con mejores remedios y en lugares más seguros y avanzados que los existentes donde ejercían sus ministerios , o , al menos , ellos así lo creían.
En el caso de que fuesen traídos a la trágala , punto que cabe en esta España nuestra , los resultados de la repatriación parecen no llevarnos a algún buen lugar. No se debe perder de vista que casi todos los misioneros cuando marchan a África o al lugar que consideren adecuado para ejercer su misión , sean eclesiásticos o seglares , saben que , de una forma u otra , se la van a jugar. O sea , que van dispuestos a dar la vida por los negritos o el color que tengan los habitantes del lugar.
Ser misionero es admirable . Culpar a la víctima , como algún malandrín pretende, abominable de raíz , de tronco , de ramas y de frutos . Una aberración más. Que el temible virus ceda o se remedie y no hagamos caso de las barbaridades que la gente , sin saber lo que dice , dice. Yo no sé si los sacerdotes misioneros pidieron ser repatriados o no. Si alguien , con seguridad , lo sabe , agradecería información al respecto. Me serviría para aclarar conceptos.
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