Literalmente en el horizonte en cuanto que el entrevistado sería , como así ha sido , el único tripulante de una barquita de pesca , por tanto pescador en aguas de el Golfo de Cádiz , que , a diario , veo desde mi terraza con las primeras luces del alba cuando todavía tiene encendido su fanal.
Hacia la barca y su dueño dirigí mis brazadas nadando al amanecer en aguas fresquitas. El pescador , creyéndome algún negrito náufrago procedente de África en cuanto que todavía mi color es morenito veraniego , me lanzó un salvavidas . Le agradecí el gesto porque iba un poco cansado y , con su ayuda, me icé a la cubierta de su pequeña nave.
Una vez que vio que no era negro sino simple blanco morenito de playa y madurito de edad , me ofreció un café mañanero y una copa de anís de Cazalla , no de Ron ya que esta bebida es más caribeña que andaluza y el pescador era del barrio gaditano de Santa María. Si yo hubiese sido negro , y conocida la categoría humana de Pedro , nombre del pescador gaditano , hubiese ofrecido lo mismo , si bien , es probable , no hubiese podido mantener con él la conversación que conmigo mantuvo ( entrevista ) con la misma fluidez.
Pedro : ¿ qué opina de los últimos acontecimientos que están ocurriendo en nuestra España ? , le pregunté tras decirle que se trataba de hacerle una entrevista para EL PERIODICUS , rotativo que , como es natural , conocía y leía con asiduidad.
Opino que vivimos en un país , todavía reino , que más que llamarse como se llama pudiera muy bien llamarse país de ladrones. Al punto dudé si España , más que tierra de conejos como tradicionalmente se piensa que significa , tal vez pudiese significar país de ladrones. Téngase presente que aquellos fenicios de la antigüedad sabían más que Briján y muy bien pudieron captar el elevado número de rateros y ladrones de baja estofa que había en aquellas tierras , hubo tras ellos y sigue habiendo .No quiero dar nombres porque usted los sabe muy bien ; pero sin subir a la palestra quedan legiones de ellos que logran hastiar a la población española honrada y decente que también la hay aunque calladita y absorta presencie los acontecimientos al saber que manden unos o manden otros , conocidos o por conocer , el hecho de mandar o aspirar a hacerlo los hace merecedores de sospecha.
Cuando menos de sospecha , argüí mientras el sorbito de anís de Cazalla seco traspasaba mi garganta irritándola por su ardor propio y por mi ansiedad para saborearlo .
Pude constatar que Pedro era pescador inteligente y avezado al que no se le iba una ni pez que se acercase a su barca en cuya proa aparecía , pintado de azul , el nombre de la misma : LA PESCADORA . Vivía de sus pesquerías y de la venta de éstas cuando el copo lo permitía . Era soltero , no votaba cuando había elecciones ni engañaba a nadie. Formaba parte de esos españoles trabajadores y honrados que también hay , aunque como los ejemplos de lo contrario sigan generalizándose cada día quedarán o quedaremos menos. Tienden y tendemos todos , la gente detestable y abominable y la buena gente , a desaparecer del mapa de tierras y de aguas . Al final , nos pongamos como nos pongamos , todos calvos .
Que nadie olvide , dijo Pedro antes de volver a echar sus redes y volviendo a indicar que no era pescador corriente y moliente , la conocida expresión del libro de EL GÉNESIS , a todos aplicable , que dice : PULVIS ERIS ET IN POLVO TE REVERTERIS.
Me lancé de nuevo al agua y braceando entre olas mansas alcancé las arenas de la playa en las que me senté y medité en torno a las palabras que , durante la entrevista , habían salido de la boca de Pedro quien tenía una sirena por novia.
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