Me llamó Eutiquio y quedamos citados a las once de la mañana. Hacía viento del que nos protegerían los toldos de la terraza del bar. Cuando llegué , a la hora convenida , ya estaba Eutiquio sentado esperando mi llegada. Llevaba un minuto y aún el camarero no se había acercado a la mesa. Cuando lo hizo se le pidieron los cafés : uno con más leche que otro. El más claro para Eutiquio y el menos para mí : un tiznado como se suele decir por estas tierras sureñas en las que vive el probable nuevo amigo de Wilhelmus , el escribidor , que es quien teclea y cuenta , resumiendo , las conversaciones que se mantuvieron.
Se trataba de hombre de edad próxima a la mía . Había vivido , pues , los mismos aconteceres históricos que yo ; cuestión que nos facilitaba los temas de conversación y , aunque lo anterior poco que ver tiene , nuestras opiniones eran , de forma mayoritaria , coincidentes . Eutiquio era una especie de otro yo pero sin depresión tal pude comprobar a lo largo de nuestra charla en la que él habló bastante más que yo . Ahora hablo menos pero presto mayor atención a lo que los demás dicen sobremanera si las palabras son tan interesantes como las que Eutiquio pronunciaba.
Las expresiones manidas , tales las que se dicen políticamente correctas , brillaron por su ausencia como sus palabras
revelaron. Ni de los extraños pelados masculinos a la moda ni de los tatuajes se habló para nada. Tampoco del vocabulario que se utiliza en algunos concursos de televisión ni de fútbol y toros , a los que sí soy aficionado , ni de tema tan manido como la política. Observé que utilizaba expresiones correctas pero algo en desuso tales como jícara , alcantarilla , albor , atambor , alárabes , campear , chozno y muchas otras cuya relación completa sería tediosa. Se quitaba y colocaba sus lentes al cambiar de tema o pasar alguna mujer guapa de la que me comentaba que estaba bien " plantá " . A pesar de su edad , permanecía soltero y no llegó a decir que sin compromiso por no hacer uso de expresión tan utilizada que intentaba evitar por todos los medios a su alcance. Cuando nos tomamos los cafés , llamamos al camarero , le pedimos dos cervezas y continuamos hablando de nuestras cosas y vivencias comunes hasta que dieron las dos de la tarde. Entonces , volvió a llamar al camarero , pagó las consumiciones , lo que quiere decir que me invitó , se levantó y , tras taponarse los oídos , me dijo que había estado a gusto y que otra mañana volvería a llamarme al teléfono fijo pues carecía de móvil. Prometí escribir sobre Eutiquio y lo he cumplido. Seguiré escribiendo cuando la ocasión la pinten calva , como él jamás diría , porque se trata de personalidad poco corriente.
revelaron. Ni de los extraños pelados masculinos a la moda ni de los tatuajes se habló para nada. Tampoco del vocabulario que se utiliza en algunos concursos de televisión ni de fútbol y toros , a los que sí soy aficionado , ni de tema tan manido como la política. Observé que utilizaba expresiones correctas pero algo en desuso tales como jícara , alcantarilla , albor , atambor , alárabes , campear , chozno y muchas otras cuya relación completa sería tediosa. Se quitaba y colocaba sus lentes al cambiar de tema o pasar alguna mujer guapa de la que me comentaba que estaba bien " plantá " . A pesar de su edad , permanecía soltero y no llegó a decir que sin compromiso por no hacer uso de expresión tan utilizada que intentaba evitar por todos los medios a su alcance. Cuando nos tomamos los cafés , llamamos al camarero , le pedimos dos cervezas y continuamos hablando de nuestras cosas y vivencias comunes hasta que dieron las dos de la tarde. Entonces , volvió a llamar al camarero , pagó las consumiciones , lo que quiere decir que me invitó , se levantó y , tras taponarse los oídos , me dijo que había estado a gusto y que otra mañana volvería a llamarme al teléfono fijo pues carecía de móvil. Prometí escribir sobre Eutiquio y lo he cumplido. Seguiré escribiendo cuando la ocasión la pinten calva , como él jamás diría , porque se trata de personalidad poco corriente.
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