No estuvo más de cuatro o cinco horas entre rejas. Miro el reloj y , con arreglo a lo que cuento y veo fueron , con exactitud , cuatro horas y media. Ni media más ni media menos . Cuatro horas y media durante las cuales , en cuanto que aislada estuvo , no intercambiamos palabra .
Sin que Oran interviniese , Rosita , que se había mostrado defensora en sus manifestaciones de algo parecido a un Despotismo Ilustrado pero sin serlo porque no había déspota ni ilustración en el mundo terrenal en el que había osado , porque osadía fue , entremeterse u opinar siendo de Marte , planeta mucho más avanzado en asuntos económicos , sociales , políticos , etc ... que el azul , que el nuestro , salió a la luz de la Luna llena que había aquella noche . Me ha salido una parrafada pero así lo dejo.
Por tanto , la señorita Rosita Rojo volvió a nuestra casa sin más inconvenientes.
La segunda llegada a casa se hizo a las dos y media de la madrugada de aquél aciago día ( la primera del último viaje de Rosita a la Tierra fue la lluviosa) y estuvo caracterizada por el asombro que mostró el señor del quinto B , con quien coincidimos en el ascensor , ante Rosita . Dudo qué lo asustó más de su apariencia , creo que todo , pero lo asustó sin duda a juzgar por la cara , los movimientos y la expresión de miedo , de horror diría yo , que el señor del quinto B puso. Llegó a dar un respingo al rozarlo Rosita , sin querer , cuando alcanzamos el quinto , y eso que mi amiga ni habló . Ni mu dijo ante su presencia al darse cuenta Rosita del repelús que le había producido a don Antolín , que así se llamaba el caballero , compartir ascensor con ella. Estuvo claro que la consideraba monstruosa y así era su aspecto : un monstruo por fuera y un portento por dentro.
Antolín ni dio las buenas noches ni dijo hasta luego a pesar de la corrección formal que lo caracterizaba . Antolín era el único habitante de la casa que era como Dios manda . El mayoritario resto , al carecer de mínima educación , no sé cómo reaccionará cuando se encuentre con ella.
Al entrar en casa , Glaukopis nos recibió emocionada. Estaba al tanto del mitin y de nuestra detención y posterior puesta en libertad sin condiciones ya que Rosita había expuesto , con la mejor intención , la manera de solucionar de forma definitiva los problemas socio-económicos y políticos que nos afectan; junto a sus ideas haciendo uso de la libertad existente . A mí , al que se acusaba de excesiva hospitalidad , de igual forma me pusieron en libertad sin cargos .
Me fui difícil conciliar el sueño después de lo acontecido. Me desperté sobresaltado por lo mismo y vi que ya había amanecido . Las luces del alba y el Sol alumbraban un nuevo día.
Pensamos ir a la playa con Rosita a la que se le buscó un bañador adecuado a sus extrañas formas . Sobre la arena , la gente que paseaba por la orilla no cesó de mirar y comentar el aspecto de Rosita como si fuese un bicho raro . No sé si es que yo estoy a costumbrado a verla , pero tan rara no la veo . Cierto es que tiene seis dedos en cada mano , que es corta de cuello , cabezona , de talle muy bajo y con ocho dedos en cada pie , pero por lo demás se puede decir que es normal .
No lo debe ser tanto en cuanto que todos los paseantes la miraban de forma ostensible y molesta . Su extraña apariencia llamó la atención más que veces anteriores en las que yo había ido con ella al centro de la ciudad . Entonces , de mi brazo , paseamos por las calles más céntricas sin que se produjese el alboroto que se había desatado en la playa con su rara figura .
De vuelta a casa coincidimos en el ascensor con los del cuarto H , y , sin dar explicaciones ni ella ni él , huyeron escaleras arriba como almas que lleva el diablo. Rosita dijo que su físico era el causante de la huida y , dándonos las gracias , llamó a un bólido de los que hacen el servicio entre Marte y la Tierra para que la recogiese. Mientras que venía el aparato oyó música de su admirado Guillermo Alvah . Tras volvernos a dar las gracias , se fue volando y diciendo que no volvería más al planeta azul ; al planeta Tierra. Sus palabras de despedida fueron : a mí qué se me ha perdido aquí. Los problemas que acucian a la Tierra no tienen solución.
A pesar de sus últimas palabras , pienso que volverá en un plazo de tiempo no muy largo . La prensa local se ha hecho eco de su venida y estancia y a Rosita le gusta salir en los papeles aunque sean de aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario