Que aunque tiene parte del significado del término , de raíces griegas , utopía , no lo tiene en su totalidad . Para utopías , basta con las del escribidor .
Distopía , según definición de la Real Academia Española , es la representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana .
Por su parte , la alta institución que establece el uso correcto de la lengua española , o castellana , ofrece dos acepciones , ambas en femenino , de la palabra utopía .
La primera es el plan , proyecto , doctrina o sistema deseables que parecen de muy difícil realización. La segunda dice de ella que es una representación imaginativa de una sociedad futura de unas características favorecedoras del bien humano. Relaciones guardan ambas palabras, utopía y distopía, en sus orígenes semánticos , como al principio de la entrada escribí.
Para el escribidor el significado de utopía es el etimológico : en ningún lugar . Fue acuñado por el humanista inglés , nacido en Londres en 1478 y fallecido en la misma ciudad en 1537, Tomás Moro , cuyo nombre puso a una de sus obras . Se lo aplicó a una isla . No voy a exponer el título completo del escrito de Tomás Moro ni a entrar en UTOPÍA.
Dejando aparte los cerros de Úbeda y otras disquisiciones lingüísticas a las que últimamente me inclino , vuelvo al término distopía . Para mí, la palabra alude a la sociedad ,y a sus miembros , que pretende alcanzar la felicidad por otros medios distintos a los convencionales .
Sin duda , hay semejanzas entre ambos términos aunque no voy a entrar en ellas .
Alejados los cerros de Úbeda y apartadas las disquisiciones lingüísticas , digo que anoche asistí al recital que cantaba mi hijo Guillermo , el único que tengo en Cádiz porque Carmen-filia ,la recién casada con Markus por el rito católico vive en Alemania , en la cafetería de Cádiz llamada , para unos con buen nombre y para otros con malo , Distopía , en la calle San Pedro de la ciudad .
El cobro de la actuación fue distópico en cuanto que Guillermo no cantó ni tocó su guitarra con beneficios a partes proporcionales con el dueño , Monroy de apellido y muy agradable de trato a más de trabajador , o de alguna otra manera al uso ; si no que cada asistente-oyente introdujo en una tetera lo que consideró oportuno pagar por el espectáculo . Monroy lo hizo.
Desconozco , y no quiero conocer , la cuantía de lo recaudado en la actuación de Guillermo Alvah . Solo digo sobre ella que no siempre cobra así y que sus canciones fueron acogidas con olés e intervenciones acertadas de los atentos oyentes , entre los que se encontraban varios miembros de su familia , su madre y su padre , yo , a los que aludió Guillermo. No quiero decir más sobre su clara y buena voz y la poesía que encierran las letras de sus canciones porque otras veces lo he escrito y repetirlo sería pecar de redundancia .
Tras despedirme de quien debía y pasar , al fin de la actuación de Guillermo Alvah ( nombre artístico) , fuera del local para fumarme un cigarro , charlé con algunas personas entre las que estaba Jaime Moreno , asiduo trovador en Distopía , que acompañó a Guillermo en algunos temas . Nos presentamos y mantuvimos una breve y grata conversación.
Después Carmen- Glaukopis y yo caminamos por las calles del centro de Cádiz. En el autobús nos encontramos con mi cuñado Antonio e Isa , su mujer , que de allí venían. Es probable que anduvieran pisándonos los talones.
A todos gustó la actuación de Guillermo y la cafetería , de nombre Distopía , a los que la desconocíamos . Todos volvimos a nuestras respectivas casas algo más distópicos .
Leticia , la pareja de Guillermo , formó parte del todo aplaudiendo a rabiar sus canciones . Puedo afirmarlo porque estaba delante de nosotros y , por lo tanto , la vi.
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