Y trato de cumplir la ultima que hice con esta entrada . El escribidor suele cumplir su palabra y dije que algo diría sobre la novela que acabo de terminar de releer : PERO...¿ HUBO ALGUNA VEZ ONCE MIL VÍRGENES ?.
Vaya por delante mi condición , bonísima y especializada , de crítico literario .
Vaya por delante mi condición , bonísima y especializada , de crítico literario .
La he releído con o sin corbata . La siesta con ella y de noche sin ella . No es plan el dormir con la corbata puesta , anudada al cuello , a la nuit como diría un francés de los muchos que nombra Jardiel en su novela y de las muchas francesas teniendo a la vista el título de la obra literaria citada .
No es mi intención volver a citar a Vivola Adamant , a Pedro de Valdivia , a Ramón a Kremlim o a otros de los múltiples personajes, o perros y perras , que aparecen en la novela . Sí es el momento de dar mi opinión sobre ella y sobre el sentido del humor de su autor . Sé que nada aportaré de nuevo a lo dicho sobre él , pero lo intentaré .
Una de las opiniones es que si levantara la cabeza de su tumba no sé qué diría de la situación actual de España don Enrique Jardiel Poncela . Es probable que se echara y llevara las manos a la cabeza exclamando: NO ES POSIBLE , y volviera a seguir descansando en paz . Digo esto por lo contrario a Rusia que era , de lo que no me cabe la menor duda , debido sus ideas sobre la igualdad y otras cosas , espantosas , que dice sobre la segunda palabra que enarbolaron los revolucionarios franceses de 1789 y años posteriores ; y sobre el comunismo .
Demostraba , con lo que escribe en la novela a la que aludo , que no se puede escribir con seriedad sobre asuntos trascendentales de la vida humana . Más que no se puede , diría el escribidor que no de debe aunque yo , Wilhelmus , haya incurrido a veces en el pecado .
En algún lugar he leído que se le da el título de rey del humor español. Bien dado está . Se lo mereció guste o no guste el máximo honor . Lo ojeriza que se le guarda parece no ser del agrado , por haber sido hombre de derechas , del bobalicón y crédulo hombre de nuestros días. El humor , por absurdo que pueda parecer , no es de derechas ni de izquierdas aunque se diga que es más propio de aquellas que de las segundas .
La originalidad de Jardiel y sus dotes de escritor muchos desearían tenerlas .
Más que de planteamientos y creencias políticas , el escribidor hablaría de envidias. Sería indicado enumerarlas , pero conocido es que se trata de asunto delicado y trascendente para la vida humana y no se puede, o no se debe , escribir , con seriedad , sobre la envidia o las envidias, que tantas son , por ser tema trascendente .
Ya he terminado de releer la novela de Enrique Jardiel Poncela y me ha vuelto a gustar y a entretener lo releído . He cumplido mi promesa aunque en otras ocasiones , sobre todo en lo relacionado con asuntos políticos o que atañen a la política , no haya sido así. Lo siento al tiempo que entono el mea culpa .
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