Leer ha sido y sigue siendo unas de las aficiones de mi vida. Otras hay , pero ahora hablo de lecturas y no de estas otras. No es que haya sido un ratón de biblioteca, tal a veces he dicho , ni un lo que llaman lector empedernido , pero desde niño me gustó leer y gustándome sigue . Entre otras cosas es costumbre sana , cómoda , recomendable y , teniendo en cuenta el precio de otras aficiones, no cara. Me refiero a lecturas en libros impresos en papel y no a lecturas en otro tipo de libros al uso. Ya se sabe a qué me refiero. En la vida , aparte de aprender viviéndola , también se aprende leyendo y al ser ésta un continuo aprendizaje, sigo , por ahora viviéndola , gozándola cuando se me permite y leyendo.
Entre manos tenía , hasta hace poco , el aquí citado libro que lleva por título : LA MUJER QUE LEÍA DEMASIADO . Me iba gustando lo que su autora narraba en él e iba por la página 107 cuando mi hija Carmen me regaló HOMBRES BUENOS de Arturo Pérez-Reverte , desbancándolo de su primer puesto en mi mesilla de noche que es el lugar en el que apilo los libros que estoy leyendo . Ya he sobrepasado la mitad de su texto , que ha atrapado mi atención desde la primera página con lo que esto quiere decir ; y esta mañana acabo de leer el prólogo que don José Ortega y Gasset escribió sobre LA DECADENCIA DE OCCIDENTE DE OSWALD SPENGLER , como puede saberse , y algunos textos del mismo . Siempre ha sido costumbre del escribidor simultanear lecturas , costumbre de lector que tiene defensores y detractores pero que yo puedo hacer si los textos son de características diferentes. Recuerdo que a Spengler lo comentábamos durante mis años de estudiante en la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla , pero desde aquel entonces mucho ha llovido y sucedido y me gusta leerlo y releerlo ahora cuando sigo estudiando al hombre pero desde la atalaya que dan los años , lo cual me hace ver al hombre y al libro desde perspectivas muy distintas, alcanzando conclusiones igualmente muy distintas a las de un jovenzuelo de unos veinte años más o menos : más menos que más.
Estos tres libros son los que a día de hoy captan mi deseos como lector . El día de mañana no sé los que serán ni si yo estaré vivo porque el hombre siempre está sujeto a cualquier contingencia . Esto lo aprendí hace años aunque no todo el mundo lo admita . Ni la fecha de mi aprendizaje , ni que el hombre es un ser sometido a la contingencia . Buen número de hombres no admiten tantas cosas .... Si leyesen más , tal vez las admitieran y de otra forma nos iría . Sin duda , mejor .
1 comentario:
Especialmente para tí, Guillermo:
"Leer, supone un verdadero festín para la inteligencia y el espíritu y una fuente de alegría, aventuras y conocimientos perdurables"...
Buena Semana Santa para todos vosotros.
Abrazos.
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