Escribe el escribidor estas letras para el periódico digital dirigido por Gualterio Alterio . Y digo , mediante ellas , que cuando el pasado ya es algo conocido , en parte , por uno y se es consciente de los errores y de las imprevisiones que , en su momento , no se observaron o se vieron solo de refilón , llega el momento de pensar en el presente y en el futuro. En el presente que es en el que vivimos y en el futuro que , aunque todavía no lo vivamos , se nos presenta como probable. En cierta ocasión un psicólogo compañero de facultad universitaria me preguntó sobre cómo definiría yo el equilibrio en las personas. . Le respondí , entonces me encontraba bien y en la plenitud de mi vida , que definiría el equilibrio como una justa y acertada conjunción vital de los tres tiempos : pasado , presente y futuro. Definición que le pareció correcta y de la que ahora carezco ; no porque se me haya borrado el pasado ni considere todo el mío como erróneo ( en algunas cosas acerté y en otras erré ) , sino porque , en estos momentos depresivos por los que paso , solo existen , en mi caso , dos de los tres tiempos : el presente y el futuro. Éste no es halagüeño y al otro , el venidero , le temo . No soy , por consiguiente , en esta fase de mi vida la persona equilibrada que fui en otras . Que haya causas objetivas para ello o no es asunto que trato de resolver sin encontrarle solución. Puede desprenderse de lo anterior que preocupaciones de importancia me rodean sin estar entre ellas quién sería la madre de Fernán Álvarez de Toledo , mi antepasado . No se puede conocer todo del pasado familiar aunque el conocimiento sea perfectible Mi presente lo padezco y al futuro le temo . ¿ Dónde está , entonces , mi equilibrio como persona ?. Por ahora no existe por más que busque una luz en mi sendero y en el periódico de Gualterio al que mando esta crónica con la sana intención de que la edite .
Es cierto que padecer una depresión grave , al menos en mi caso , no implica pérdida de razonamiento lúcido y lógico , aunque sí sea distorsionado . Esto último es lo que me suelen decir las personas que me quieren: que distorsiono algunas visiones de las realidades presentes y futuras. Así será si tanto me insisten en ello , pero mis problemas aquí están y siguen siendo los mismos por más que teclee intentando quitármelos de encima . Para mí existen y tienden a agravarse de forma paulatina porque sobre mis espaldas , mi corazón y mi mente los tengo aunque nadie más que yo los vea y padezca. Dios quiera que no los lleguen a sufrir las personas que más me quieren ni las que menos. La depresión es una enfermedad muy seria que no deja vivir aunque uno intente , como lo intento , sobreponerse a ella.
Quizá LA LUZ EN EL SENDERO me ayude a sobreponerme . Emite rayos luminosos que alumbran el camino por tortuoso que pueda ser . Intentaba Wilhelmus , el escribidor firmante , yo , no teclear más sobre el mal del que adolezco ; mas las letras tiran lo suyo. y bastante suponen para mí. Tanto que algunas ideas de las aquí expuestas pueden haber sido comentadas o escritas en anteriores entradas . Si fuese así , pido , o vuelvo a pedir , perdón a mis lectores.
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