Al haberme levantado con más ánimos , quiero pensar que es señal de leve mejoría en caso de seguir así , me decido a escribir en torno a lo que Emilú , nuestra gata , ha significado en la vida de Carmen. Para mi mujer se ha convertido en un miembro más de la familia. La mima , la coge , la acaricia , le habla y le da tapitas a las horas en las que las pide con sus agradables maullidos. Si ella ha salido , me las pide a mí dándome empujuncitos cariñosos. Los dos jugamos con ella , cuando lo pide en sus momentos de juego , arrojándole ratoncitos de juguete tras los que corre como una desesperada y los espera con actitud felina de gata cazadora. A veces , sin saber nosotros porqué , los baña en su bebedero y nos los trae a nuestros pies como máximos regalos gatunos demostrativos de afecto, cariño y agradecimiento. Emilú continúa siendo buena y comportándose mejor que muchos hombres . Tal vez por su condición de animal noble y bueno apenas hace extravíos en la casa y , más o menos , respeta las tapicerías de sillas y sofás. Lo respeta todo. Emilú es una dormilona que duerme , con frecuencia , su larga siesta , en el regazo de su madre adoptiva. Con menor frecuencia en el mío al que debe considerar abuelo y en cuanto tal , me respeta más. A veces he llegado a preguntarme , respondiéndome de manera afirmativa , todo lo que de positivo ha llegado a aportar Carmen a Emilú y Emilú a Carmen quien se ha convertido en su verdadera madre de adopción. Es sabido que los animales acostumbran a hacer esto cuando el comportamiento de los seres humanos hacia ellos es óptimo .
Otras veces he pensado que ha venido a ocupar el nido que quedó vacío al no vivir , si bien con frecuencia vienen por casa , nuestros hijos . También pienso que , por mi enfermedad , Emilú ha pasado a convertirse en buena ayuda de cámara para Carmen y en la receptora de sus pensamientos más íntimos . Hace un momento estaba junto a mí mirando por la ventana por si había pajaritos ante los que se muestra nerviosa y anhelante por alcanzarlos .
La adopción mutua se produjo hace ya bastante tiempo , mas hasta hoy no he tenido fuerzas para teclear sobre la misma. Se trata de una adopción positiva se mire por el lugar que se mire y yo también he llegado a preguntarme , sobre la cuestión : ¿ qué sería de mi mujer sin ella ?. De mi mujer y de mí que la he llegado a querer por sus buenas condiciones ( a Emilú , claro ). De mi mujer¡qué voy a decir que no esté dicho y escrito ya !. Emilú la ayuda a sobrellevar mi padecimiento que , aunque yo no dé la lata , es peligroso, por convivencia , para su estabilidad emocional y , a veces , se resiente y lo noto. Gracias , Emilú , por tus ronroneos nocturnos y diurnos. Gracias por el consuelo que supones para tu madre adoptiva y para mí que con frecuencia estoy tan desconsolado.
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