A mí , al menos , no es que me hayan abandonado porque casi nunca se me acercaron. Pero una cosa es no acercarse , o hacerlo pocas veces , y otra darte de lado ; es decir , marginarte y olvidarte como si el escribidor fuese un apestado del que hay que huir . Por esta marginación , evidente para quien lea el blog , casi lo único que me viene al magín son pensamientos ya expuestos en otras entradas . Por tanto repeticiones , pues la enfermedad aún no ha podido conmigo aunque pudiera hacerlo y entonces sería cuando todo finalizaría para mí. Ojalá esto jamás ocurra y no pierda mi cabeza que , de una forma o de otra , nunca estuvo mal del todo. No obstante , de seguir sin mejorar , me asaltaría esta posibilidad de pérdida que a la sinrazón me acercaría cuando no a la locura. Dios y El Gran Hacedor no lo permitan por lo que más quieran. Mi forma de escribir se ve afectada por la lejanía de las musas a las que desde lejos veo como me dan de lado y me rehuyen. Lo que hacía falta a un escribidor de blog cuyas aspiraciones son las que son : limitadas .
De aquí , como otras veces he escrito , que la calidad de mis letras , si alguna vez la tuvieron , sea menor y los temas tratados en las etiquetas hayan disminuido de forma notable. Qué me gustaría recuperar mi forma de ser y de sentir anterior y no ser , como soy a día de hoy y desde hace tiempo , un pusilánime que llega a apiadarse de uno mismo estando , a veces , cerca del llanto. Advierto , como otras veces he escrito , cierto carácter endógeno mezclado con otros exógenos en mi depresión ; pero que la paciencia tiene un límite y se pasa fatal conviviendo con la enfermedad es verdad clara como la proveniente de manantiales montañosos. Tan verdad como la que se cuece en la cazuela de la verdad con diversos ingredientes.
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