El bloguero , si así se me puede considerar , es el escribidor autor del blog SEVILLACÁDIZ , en el que está o estás . La depresión es la que el escribidor padece con carácter recidivo. En torno a ella ya he tecleado diversas veces , tal vez más de la cuenta , diciendo que mi blog corre el peligro de desvirtuarse y convertirse en un bloc , que otra cosa distinta es ; en un diario personal sin más. Mi concepto de blog es muy distinto y más rico pero las garras del mal me arañan , hiriéndome , y me arrastran una y otra vez a volver a pergeñar letras sobre él. Letras que las musas no quieren ver ni en pintura , pero que una y otra vez aparecen aquí . Por todos los medios a mi alcance , pocos ahora , intento dar de lado y marginar el asunto de mi enfermedad ; mas no puedo. Y como se me aconseja que no deje de teclear en el ordenador ni en el blog , aquí estoy un día más . Un día caluroso de finales de primavera tras haber leído que las altas temperaturas no son buenas consejeras para el equilibrio psíquico y psicológico del hombre europeo por meridional que sea . También he leído que a los hombres de color negro les afecta menos el calor .
Aunque a pie de playa todavía habita mi piel y mi mujer , nuestros hijos a veces ; y la ciudad , en cuanto a temperaturas altas es una ciudad privilegiada , el calor se nota . Ayer , sin ir más lejos , bajé a la playa y tomé el sol que tan bueno comentan que es para paliar mi padecimiento. Poco noté la paliación al pasar otro mal día . No se trataba de mi primera bajada a las arenas de la la playa de la Victoria ya que en ellas espero , a veces , que Glaukopis vuelva de su paseo a pie de playa buscando orejitas que tanto le ayudan a sobrellevar mi problema y los suyos personales entre los que el mío ocupa lugar destacado. A tratar de evadirse.
Hoy oigo soplar el viento de levante con mayor intensidad lo cual nos ha hecho permanecer en casa. Yo . veo necesario decirlo , no me encuentro bien ni en casa ni fuera de ella porque mi mal lo impide. Por ello , tecleo y tecleo intentando , sin conseguirlo , que las musas no me rehuyan y que los fantasmas conocidos por los que tienen la paciencia de seguir leyéndome no se acerquen ni me ataquen como solían hacerlo a media tarde. Nada bien me viene observar que Glaukopis algunos días acuse más mi tristeza y que su sentido del humor , actualmente muy superior al mío , se venga abajo y se resienta . Yo , en lo que me respecta , intento no perderlo por completo , pero mientras mi mal perdure lo tengo muy adormilado . Poco puedo hacer por despertarlo aun conociendo la importancia que tiene para todos los hombres y para mí mismo. La importancia que tiene para la vida . Escribir sobre otros asuntos tratados en las etiquetas no puede , el escribidor , hacerlo por ahora. Pido disculpas pero me resulta imposible .
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