Cariño se le toma hasta a los perros como un compañero de carrera decía al preguntarle cómo podía tener novia tras novia. Yo le tomaba cariño hasta a los coches ya que tantas novias como el " Canijo" nunca tuve. Y ahora se me aconseja , a la vista de los años que tiene el que será mi último coche y al tratamiento médico mío , que me deshaga de él. A todos los coches que tuve les cogí cariño porque de todos tuve buenos recuerdos. Tanto del primero , un R-8 azul marino con el que iba a la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla y a muchos otros lugares ; como del último , un Rover 400 del que me desharé . Regalarlo a mi hijo sería como hacerle entrega de un regalo envenenado y por ello haya decidido deshacerme de él . Las circunstancias me obligan , mas lo echaré de menos no solo por quedarme sin coche propio sino por los recuerdos que me pasan por la cabeza . Será algo así como perder algo a lo que se tenía aprecio y se quería . Algunas personas , entre ellas el escribidor , llegan a sentir cariño hacia determinadas cosas de las que no se sabe adónde terminarán y en manos de quiénes caerán. Si pudiésemos saber qué iban a hacer los hijos con ellas , el sentimiento se mitigaría ; pero esto es como intentar lograr la cuadratura del círculo : misión imposible porque desconocemos la situación en la que estaremos en el último día de nuestras vidas. Pienso que , en caso de haber superado la depresión , tampoco será envidiable ; no obstante esto no hay forma de saberlo con certeza nos pongamos como nos pongamos . De un momento a otro las cosas pueden cambiar de rumbo y a ello se aferra mi fe en El Gran Hacedor de Quien desconozco todo salvo que , es probable , sea el Creador de lo existente. A él le pido que no pierda mi fe como la perdí en buena parte de los hombres por sus decepcionantes comportamientos . Por decir unas cosas y hacer otras distintas. Por contradicciones continuas y no aisladas.
Lo cierto y verdad es que hoy , haciendo un esfuerzo , he llamado a un teléfono en el que me han atendido muy bien y mediada la semana que viene volveré a llamar con el fin de deshacerme del coche. Trabajo me ha costado tomar la decisión , pero no cabía otra. Esperaré , no obstante , la venida de Guillermo Alvah el sábado para comunicarle mi decisión definitiva. Espero que la comprenda porque si hasta a los coches , a los cuadros , a los muebles y a otros objetos se les toma cariño , qué voy a decir sobre el que se siente hacia los hijos . Ojalá la crisis-COSA, que algunos dan por terminada sin estarlo , no la acusen ni mi mujer , ni nuestros hijos ni nadie a no ser que se trate de los culpables. Sobre estos , a cuya mayoría no afecta aunque afirmen lo contrario , pido que se les aplique la justicia humana y la divina . No es mucho pedir aunque se puedan hacer extrañas suposiciones sobre tal afirmación . No se trata de mala idea , sino de que no paguemos justos por pecadores. De equidad y de razón que son sinónimos de justicia . La que en múltiples casos se echa de menos y falta como en falta echaré a mi último coche. Algo se pierde en el alma cuando un amigo se va...
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